El Dr. Adi Aran del Centro Médico Shaarei Tzedek, realiza una investigación sobre los beneficios del cannabis en niños con autismo, ya que hasta ahora, los casos que ha tratado con un medicamento desarrollado a partir de la sustancia han presentado mejorías en la vida de los pequeños pacientes.

El Dr. Adi Aran, director de la unidad de neuropediatría del Centro Médico Shaarei Tzedek de Jerusalén, quien dice nunca haber probado la marihuana en su vida, se encuentra realizando el primer gran estudio del efecto del cannabis en niños con autismo.

El método es un muy simple: se le suministra al pequeño una gota de aceite de cannabis por debajo de la lengua. El suministro de este aceite, que está basado en el cannabidiol y no en tetrahidrocannabinol, no causa por ello los efectos generales psicoactivos de la marihuana que se consume.

“La investigación continúa, y quiero ser muy cuidadoso con lo que diga, pero por ahora estamos viendo muy buenos resultados, estamos notando una mejoría en sus problemas de conducta”.

Pese a las mejores intenciones del Dr. Aran, y debido al desconocimiento sobre los beneficios del cannabis, el aceite es considerado por el Ministerio de Salud de Israel como “medicamento peligroso“.

Incluso en alguna ocasión tuvo un problema con los padres de un niño que lo acusaron de haberle suministrado tetrahidrocannabinol y de que había tenido un supuesto “ataque psicótico”.

De acuerdo a Aran, el intento de usar el cannabis para las enfermedades no comunes, fue resultado de la presión de los padres de niños con estos problemas a nivel mundial, debido a que buscan respuestas para los terribles padecimientos de sus hijos.

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Pese que los cánones médicos no aprobaban eso, se presionó a los gobiernos y en los tiempos recientes se ha logrado cambiar la situación. El primer país en lograrlo fue Canadá y en Israel se ha impulsado desde el 2008.

El pasado mes de junio, una publicación médica norteamericana divulgó los resultados de un estudio de suministro de cannabis a 300 niños con epilepsia que encontró mejorías.

Padres de niños con padecimientos comenzaron a llegar con el Dr. Aran desde hace 4 años para pedirle el uso de tratamientos con cannabis.

Al inicio, el Dr. Aran estaba un poco escéptico, pero la angustia de los padres lo empujó a realizar los tratamientos, y con el tiempo fue confiando más en los mismos, aunque hoy día sigue con algunas dudas.

El Ministerio de Salud no permitió en una primera instancia el suministro a niños con autismo, solamente para personas con cáncer y otras enfermedades crónicas, pero a final de cuentas aceptó.

Los niños bajo el tratamiento dejaban de tener conductas anómalas. Mantenían conductas tranquilas en su salón. Tuvieron mejorías en su desarrollo escolar y sus niveles de ansiedad disminuyeron.

Por ello decidió realizar un estudio controlado a gran escala en el que se les suministrará a 120 niños el aceite para obtener resultados más claros que cercioren los beneficios del cannabis en los niños.

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Uno de los descubrimientos que más ha impresionado al Dr. Aran por el tratamiento es el caso de un niño que debido a su autismo no habla palabra alguna y se aísla en toda comunicación con sus cercanos, pero después de que se le suministró el aceite, logró él solo escribir un texto sobre su bar mitzvá sin que ni sus padres ni nadie más le hayan ayudado.

“Estoy verdaderamente impresionado por todos estos fenómenos. La verdad es que seguimos sin entender casi nada sobre el autismo” comenta Dr. Aran.

Fuente: Haaretz

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.