InVivo, una de las principales cooperativas de Francia ha solicitado permiso para poder cultivar cannabis con fines terapéuticos y realizar trabajos agronómicos, cómo importar esquejes, cultivar y hacer genética, en paralelo con la experimentación médica, para de esta forma, poder posicionarse en este mercado en Francia, si su experimentación resulta concluyente.

En la actualidad, la ley francesa prohíbe el cultivo de plantas que contengan niveles superiores al 0.2% de THC (tetrahidrocannabinol, uno de los principios ingredientes activos de la planta de cannabis.

No obstante, hace unos días, la Asamblea Nacional de Francia dio el visto bueno a la experimentación con cannabis para uso médico (enfermedades graves, algunas formas de epilepsia, dolor neuropático, efectos secundarios de la quimioterapia, cuidados paliativos o esclerosis múltiple). El objetivo es comenzar el tratamiento en la primera mitad de 2020. El producto estaría en forma de té de hierbas, aceite o flores secas, que podría obtenerse inicialmente en el hospital donde el paciente fuera tratado y luego en la farmacia, siempre con receta médica.

Actualmente, el mercado mundial de cannabis medicinal tiene licencia en unos 30 países y mueve un volumen de negocio de 50.000 M€, cifra que se ha triplicado desde 2015. Los productores canadienses (Canopy Growth, Tilray, Aurora y Aphria) se encuentran entre los líderes del sector. En Europa, fue en los Países Bajos donde aparecieron los primeros productores legales de cannabis en 2003.

InVivo evalúa el mercado, inicialmente, 300.000 pacientes franceses que podrían ser tratados con cannabis, que con un tratamiento de 0.7 -1 gr/día día, es decir, generaría una demanda de 365 gramos al año y paciente.

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