por L. Hidalgo

 

Que cultives en interior y utilices fertilizantes químicos, no quiere decir que no puedas aprovechar lo que nos ofrece la Madre Naturaleza. Aunque no se puedan recrear todas las condiciones de exterior, existenproductos en el mercado que te ayudarán a acercarte a ello.

He de admitir que estoy por los productos naturales y por su uso a tope, aunque no sea un neo-hippy, cuando he tenido que usar pesticidas, lo he hecho. Realmente, mi interés por los productos naturales está basado en su potencial para aumentar la calidad y la cantidad de las cosechas. Existen algunos productos “explosivos” (o existirán pronto) en el mercado que te ayudarán a dar caña a tu interior, sea orgánico o no.

 

He observado gran confusión entre los cultivadores de interior con respecto a la integración de productos naturales en su cultivo, en gran parte motivada por falta de información, y en otros casos por información errónea. La mayoría de nosotros no tenemos tiempo para volver al Instituto a estudiar química orgánica vegetal, por lo que será de gran ayuda comentar algo sobre la “ciencia” que se esconde tras estos productos naturales, y como se ajustan a un sistema normal de producción.

 

Esta exposición no tiene nada que ver con fertilizantes naturales u orgánicos, sino que trata sobre productos naturales usados como aditivos o coadyuvantes a las técnicas hidropónicas tradicionales (microrrizas, extractos de algas, aminoácidos, extractos húmicos y fúlvicos, y lo último, bioestimuladores enzimáticos de la sintasa). Uso el término “natural” porque no me gusta la palabra “orgánico” y porque tengo tendencia a poner algunos sintéticos en la mezcla nutriente.

 

Mejor que clasificar estos productos por su estructura química o por su pedigrí biológico, creo que es más fácil hacerlo de una forma más “artificial”. Yo los divido en productos “naturales”, productos “derivados” e “inductores”. Los naturales pueden estar vivos (microrrizas) o no (desechos de hormigas). Los extractos de algas son, por supuesto, el clásico “derivado” natural, conteniendo citoquininas, aminoácidos y minerales. Los inductores son productos que cambian el metabolismo de las plantas, con resultados como resistencia al clima, tolerancia al estrés, incremento de la cosecha, o estimulación de la producción final de THC.

 

El mayor mito acerca de los productos naturales es que sean incompatibles práctica y filosóficamente con la hidroponía tradicional. Esta está basada en el ajuste fino de nutrientes mediante el aporte exacto de fertilizantes minerales. Este es el sistema más empleado por cultivadores de interior fuera de España. Los pioneros en hidroponía fueron los norteamericanos y los holandeses con aplicación en varias especies vegetales. Los científicos descubrieron que usando un medio de crecimiento artificial (inerte) y suministrando los nutrientes directamente al sistema radicular, se podía aumentar la cosecha hasta 16-20 veces.

 

Por desgracia, con el gran incremento de este mercado, algunas compañías han creado “dogmas” de cultivo, con el fin de mantenerse en posiciones predominantes del mercado. Por esto, se ha mantenido la opinión de que la ciencia ya ha encontrado todo lo que tenía que encontrar, con lo que los aditivos nutrientes, acondicionadores, etc., eran relegados a la categoría de “pseudociencia” o cuento chino. Al día de hoy, este “dogma” es más fuerte en Holanda, donde consultores y cultivadores tienen dificultades para tratar con productos y tecnologías no holandesas.

 

La realidad es que los resultados más consistentes en hidropónico se consiguen con las técnicas tradicionales de nutrición por fertilización mineral, pero algo falta. Podemos ajustar al máximo los parámetros nutricionales, pero hay otros que no podemos controlar. ¿Por qué hay sustratos mejores para cebollas y otros para cepas de uva? ¿Por qué ciertas coníferas se pueden criar en viveros, y luego son más resistentes al ser plantadas en el campo? ¡Bingo! Debe haber algo en esos sustratos además de los nutrientes que afecta al crecimiento, calidad, producción, salud, etc.

 

Los productos naturales son el eslabón perdido. Podemos hacer todos los ajustes necesarios en EC, pH y N-P-K, pero no podemos simular el hecho de que los hongos microrriza intervienen en los procesos de asimilación del fósforo por parte de la planta. Y no digo nada de los extractos húmicos y fúlvicos, principales componentes del humus de lombriz, responsables del quelatado natural de micronutrientes y de la mejor absorción de macronutrientes. Así, podéis ver que la sinergia entre la hidroponía tradicional, basada en fertilizantes minerales, y el uso de productos naturales no es una opción, es una necesidad.

 

Bien, vamos a hablar sobre algunos productos que caen en las tres categorías ya mencionadas: productos naturales, derivados de productos naturales e inductores. Hasta hace poco, la mayoría de los productos entraban en una u otra clasificación. Hoy por hoy, el marketing de ventas provoca que un solo producto entre aparentemente en todas. Así que, como el buen consumidor es el consumidor bien informado, te recomiendo que continúes leyendo.

 

Productos naturales

 

Aquí se encuentran los biofungicidas, bioinsecticidas, deshechos de hormiga, microrrizas, guano de murciélago,ácidos húmicos (cuando no son derivados) y varios preparados microbióticos. Además de los biofungicidas, están disponibles bacterias como la “bacillus subtilis” que controlan el Pythium y la Botritis. Esto podría sustituir al fungicida químico Ridomil, por ejemplo.

 

Los biofungicidas principales están basados en la especie Trichoderma (hongo) y en las Pseudomonas (bacteria). Las Trichodermas actúan colonizando todo el espacio alrededor de las raíces, con lo que no queda sitio para otros hongos. Puedes comprarlas listas para su uso, o puedes usar sustratos de cáscara de coco. La cáscara de coco, ya sea en polvo o en ladrillos contiene Trichodermas de forma natural. Obviamente, si usamos coco esterilizado, eliminaremos casi toda la colonia de Trichodermas.

 

Las microrrizas son otro aditivo que proporciona excelentes crecimientos. Se trata de un hongo que se encuentra en la naturaleza, y que establece una relación simbiótica con las raíces de las plantas y las ayuda en la absorción de fósforo. Su lugar en el cultivo hidropónico aun no está determinado, pero esta claro que las microrrizas son beneficiosas para los cultivadores de interior que utilicen sustratos inertes como coco o arlita. Hay numerosas fuentes de Microrrizas, pero yo prefiero las de PHC (Plant Health Care), incluyendo el Mycor Flower Saber Plus, que contiene además bacterias benignas. PHC fue fundada por el Dr. Donald Marx, reconocido internacionalmente por sus investigaciones sobre Microrrizas e interacción bacteriana.

 

Productos derivados

 

Esta es la categoría más peliaguda. Aquí es donde te van a marear los chicos del marketing. Existen infinidad de buenos ingredientes, algunos muy buenos productos y unas pocas especialidades excelentes. Como buen consumidor, deberás leer bien las etiquetas, y comparar la publicidad con lo que realmente llevan. Si el fabricante no especifica la composición (a veces para evitar problemas legales con pesticidas y fertilizantes), contáctalo directamente e interrógale sobre ella. Los aditivos mas comunes son las Citoquininas (usualmente en extractos de algas), aminoácidos y vitaminas (de extractos vegetales y de algas), ácidos húmicos y fúlvicos (producidos a partir de depósitos de carbón fosilizados), diferentes auxinas (AIA, AIB, AIP) y celulosas (que es el principal componente de la planta y la membrana celular)

 

Una de las mejores combinaciones es una mezcla de Zeatina (incrementa la división celular en el sistema radicular), Glycina, Betaina y otros aminoácidos que reducen el estrés, ácidos húmicos y fúlvicos, además de un suplemento en nitrógeno y potasio. El producto aún no tiene nombre, y será comercializado en breve por Canadian Company Prism.

 

El que sí tiene nombre, además de ser hoy por hoy un producto único en el mundo, es Delta Nueve®, de la compañía española CannaBioGen. Este producto, además de contener todo lo anteriormente expuesto, dispone de aminoácidos específicos que afectan al sabor y aroma (Valina, Fenilalanina, Lisina), así como de un suplemento en magnesio. Pero lo mejor de todo es que contiene un inductor, el CBG o Cannabigerol, que incrementa seriamente los niveles de THCA en tricoma. Esto será tratado en el próximo apartado.

 

Inductores

 

Los inductores son los más interesantes, los menos comprendidos y los más infrecuentes de las tres categorías. Digo que son los menos comprendidos porque a veces pueden parecer inconsistentes, me explico: te pueden hablar de un 20% de incremento en la cosecha, pero luego el resultado también dependerá en gran medida del entorno y los medios de cultivo. Si mantienes condiciones ideales, es decir, si las plantas reciben una nutrición perfecta, no tiene ataques de insectos, ni hongos, ni nada, los ciclos día/noche clavados y la temperatura y humedad perfecta, entonces quizá no observes grandes incrementos al usar el inductor. Entonces, ¿cómo funcionan?

 

El inductor más conocido es la Queratina, que se basa en la Quitina, el principal componente de la membrana celular de los hongos, aunque también se encuentra en exoesqueletos de crustáceos, como la gamba. Cuando se pulveriza un producto basado en queratina sobre las plantas, estas creen que están siendo atacadas por hongos. La maquinaria celular de la planta entra en acción, generando agentes bioquímicos para evitar la infección. En este proceso, la planta cambia de crecimiento vegetativo a generativo, invirtiendo sus energías en producir flores y frutos. Uno de los productos más efectivos se llama RAGE y esta basado en una queratina patentada llamada Marinosan. Usado en una de las mayores explotaciones tomateras en EEUU, llego a incrementar en un 18% la cosecha.

 

Otro inductor es el Acido Gamma-aminobutirico (AGAB). Cuando las plantas están bajo estrés, generan el AGAB de forma natural, pero si este está generado por plagas o es de gran magnitud, la planta no lo produce a la suficiente velocidad. Una pequeña compañía de Michigan ha desarrollado una patente de un producto que contiene AGAB sintético, el cual aplicado a la planta induce niveles mantenidos. El resultado es más resistencia al calor o a daños por temperaturas bajas, así como protección contra agentes patógenos, además de incrementar los niveles de azúcar, acortando tiempos de maduración y subiendo rendimientos. Por desgracia, el AGAB aún no esta disponible en el mercado de forma comercial.

 

Por último, y como resultado de las más avanzadas investigaciones en cuanto a cannabis narcótico, existen productos que estimulan la producción de Cannabigerol el cual actúa encuatro fases distintas:

 

1.- Bioestimulación general de todos los procesos metabólicos en el Cannabis sativa L, mediante la incorporación selectiva de las sustancias justas y precisas para esta especie vegetal.

 

2.- Promoviendo y facilitando la producción de terpenos y cannabinoides precursores (Pirofosfato de Geranilo y Cannabinogerol, principalmente) de la biosíntesis del THCA (Ácido Tetrahidrocannabinólico).

 

3.- Dos sustancias específicas que actúan como cofactores del fermento del sustrato en la catálisis enzimática del THCA, aumentando la producción de esta enzima.

 

4.- Activación y estimulación selectiva de la proteína enzimática “sintasa THCA”, indispensable para la producción de THC.

 

Estos productos establecen una nueva frontera en cuanto a inductores se refiere, ya que actúan directamente en los procesos metabólicos de síntesis de cannabinoides. ¿Cuál será el futuro?

 

LADILLO

 

El mayor mito acerca de los productos naturales es que sean incompatibles práctica y filosóficamente con la hidroponía tradicional.

 

LADILLO
Son productos naturales los biofungicidas, bioinsecticidas, deshechos de hormiga, microrrizas, guano de murciélago,ácidos húmicos no derivados y varios preparados microbióticos.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.