Según un estudio de un grupo de científicos de Nueva Zelanda y Australia, el uso de cannabis mejoró el manejo del dolor después de una lesión en la médula espinal, incluyendo la función y la mejora de las actividades de la vida diaria. Sus autores entrevistaron a 8 enfermos y valoraron 6 variables.
Los participantes estaban motivados a usar cannabis cuando otras estrategias de manejo del dolor habían sido ineficaces, y eran expertos consumidores bien informados sobre el cannabis. Informaron que el cannabis redujo su dolor rápidamente y les permitió participar en actividades de la vida diaria sin la somnolencia de los analgésicos recetables tradicionales.
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.