Algunos breves apuntes sobre la relación del cannabis con la psicosis

Por Rafael Guimarães dos Santos

1. Introducción: Las sustancias psicoactivas y la psicosis

Existen varias teorías sobre la posible influencia de algunas sustancias psicoactivas en la causalidad de algunas formas de psicosis, sobretodo la esquizofrenia.

La LSD, en los años 1940-1960 y hasta los días de hoy, por ejemplo, fue una sustancia que, por su similitud química con el neurotransmisor serotonina – involucrado en las percepciones, emociones, sueño y humor, entre otras actividades – y también por los efectos que producía – cambios en la percepción, cognición, y emociones –, ha estado involucrada en el que se ha conocido como modelo psicotomimético, o sea, que imitaba la psicosis, de forma aguda.

Muchos investigadores de aquella época postulaban que los efectos producidos por la LSD era similares a la psicosis, y, incluso, muchos investigadores ingerían esta sustancia para intentar experimentar por si mismos lo que sería la psicosis. Incluso el prospecto de la LSD venía con instrucciones para que los investigadores fuesen los primeros en probar la sustancia.

Después, entre los años 1960-1970, y también hasta hoy, la DMT, presente en la ayahuasca, pero también en nuestro organismo y en otras formas naturales, fue otra sustancia candidata a posible causadora de psicosis. Además de producir efectos alucinógenos, como la LSD, fue encontrada en nuestro organismo y también su molécula se parece a la serotonina. En algunos estudios se ha encontrado en mayores concentraciones en pacientes esquizofrénicos, pero en otros estudios no, y el tema no se ha resuelto hasta hoy.

A día de hoy, el interés sigue en la LSD y en la DMT, pero también en la psilocibina, encontrada en los hongos alucinógenos, que produce efectos similares y tiene una molécula también parecida a la serotonina. Por otro lado, el enfoque actual se caracteriza por el modelo en que estas sustancias producen cambios en la consciencia que son similares a algunas manifestaciones agudas de las psicosis, y no son característicos de la forma crónica de esta enfermedad.

Por otro lado, entre los años 1950-1970, algunos investigadores han observado que, entre otras cosas, los efectos de los alucinógenos como la LSD, DMT y psilocibina producían efectos más visuales que auditivos, diferentes de la esquizofrenia, que tiene como característica, entre otros síntomas, las alucinaciones auditivas. Además, los investigadores han observado que la anfetamina podría también producir efectos similares a la psicosis, especialmente la paranoia. Ahí empezó el modelo de la dopamina, ya que la anfetamina actúa en el sistema de este neurotransmisor, involucrado, entre otras cosas, en los circuitos de recompensa y motivación.

Este modelo parecía explicar los síntomas como la paranoia (conocidos como síntomas positivos), pero no explicaba los síntomas como la apatía, problemas de atención, cognitivos y psicomotores (síntomas negativos), por ejemplo. Desde ahí, también en los años 1950-1960, pero también a día de hoy, sustancias como el PCP y la ketamina, que actúan en el sistema del neurotransmisor glutamato, pasarán a incorporarse en las teorías de las causas de la psicosis. Estas sustancias, además de producir alucinaciones, producen disociación y otras manifestaciones similares a los síntomas negativos y, a día de hoy, están siendo muy estudiadas como modelos de psicosis.

2. Cannabis y psicosis

2.1. Antecedentes

            Por otro lado, existen evidencias muy antiguas de que el uso de cannabis podría estar asociado a la producción de algunos efectos similares o que mimetiza algunos síntomas de la psicosis.

El la medicina de China, por ejemplo, hay relatos de casi 5 mil años de antigüedad de que el uso, en exceso, de cannabis, podría producir visiones y comunicaciones con espíritus.

Claro, uno siempre puede cuestionar que estos efectos son culturalmente determinados, y que hablar o ver espíritus no son, necesariamente, síntomas de psicosis o de cualquier otra psicopatología. Muy bien. Pero también hay que reconocer que en determinadas personas y en determinados contextos culturales, tener visiones, oír voces, y otros tipos de efectos que se podrían caracterizarse como alucinógenos, pueden caracterizar una enfermedad, como la psicosis.

            Ya en el siglo diecinueve, el psiquiatra francés Moreau de Tour ya había observado la similitud entre los efectos del cannabis y algunos síntomas de la psicosis. O sea, un siglo antes del modelo psicotomimético de la LSD ya se postulaba que el cannabis podría estar relacionado con la psicosis.

2.2. Efectos agudos

            Tanto los relatos de consumidores, como en los estudios controlados, existen evidencias y pruebas de que el cannabis puede producir efectos agudos, o sea, que duran minutos u horas, que podrían ser caracterizados como similares a algunos aspectos de la psicosis.

            Paranoia, ilusiones, alucinaciones, delirios, confusión mental y otros efectos pueden ser experimentados por consumidores de cannabis, especialmente si son usuarios novatos o si se utilizan dosis altas y, además, si tienen alguna predisposición. Además, estos efectos pueden ser producidos en condiciones de laboratorio, con cannabis o con THC puro, el principal principio activo del cannabis. También pueden producirse tras el consumo algunos derivados de cannabis que son utilizados de manera medicinal (Sativex, Marinol, nabilona, por ejemplo). En el prospecto de estas sustancias, y también en los ensayos clínicos con ellas, la ocurrencia de síntomas psicóticos es relatada como una posibilidad real.

            Hay que dejar claro que estos efectos agudos son temporales y que, aunque sean similares a algunos síntomas de psicosis, no son psicosis en si mismos. Por otro lado, hay que dejar claro también que existen casos de personas que, o por ser consumidores novatos, o por consumir dosis muy altas de cannabis, o por poseer alguna predisposición, pueden experimentar estos síntomas por largos períodos de tiempo (semanas, por ejemplo) y llegar a necesitar tratamiento psiquiátrico y/o psicológico. En estos casos, un diagnóstico de brote psicótico producido o desencadenado por cannabis podría ser una explicación bastante razonable.

            Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que el uso de derivados del cannabis por esquizofrénicos es algo bastante común, pero que puede exacerbar algunos de sus síntomas. Existen evidencias de laboratorio donde se fue administrado THC puro para pacientes esquizofrénicos y estos tuvieron sus síntomas exacerbados, aunque ha sido de manera temporal. Además, es interesante destacar que muchos pacientes esquizofrénicos consumen cannabis. Una posibilidad es que, aunque el consumo pueda aumentar algunos síntomas y empeorar el tratamiento, el uso de cannabis podría mejorar otros síntomas. Existen evidencias clínicas y de laboratorio, por ejemplo, de que algunos derivados del cannabis (CBD y mismo el THC) pueden servir como tratamiento para síntomas de la psicosis. Por otro lado, muchos estudios aún deben ser realizados antes de que estas sustancias sean aprobadas para uso terapéutico en pacientes esquizofrénicos.

 

2.3. Efectos a largo plazo

            Considerando efectos a largo plazo, o sea, si el consumo de cannabis puede realmente causar psicosis/esquizofrenia, la verdad es que hasta hoy la evidencia es muy controvertida, aunque apunte en la dirección de que el cannabis realmente podrís causar psicosis.

Aunque sea un hecho de que algunas personas sufren síntomas de psicosis mientras están bajo los efectos agudos del cannabis y que, también, algunos pocos individuos pueden experimentar estos síntomas por periodos largos de tiempo, mismo sin estar bajo los efectos de la sustancia, lo que caracterizaría un brote psicótico causado o desencadenado por cannabis, siempre se podrá explicar estos casos como alguien que tenía una predisposición a la psicosis, o que ha consumido una dosis muy alta, o que no tenía experiencia, o que vendría a tener un brote psicótico por cualquier otra razón/ componente ambiental (el estrés, por ejemplo), etc. Pero la cuestión de si el cannabis, por si mismo, en una persona sana, sin antecedentes familiares o personales de psicosis, podría causar una psicosis/esquizofrenia, aún es tema de debate científico.

            Algunas de las principales evidencias que apuntan en la dirección de que el cannabis puede causar psicosis vienen de estudios epidemiológicos. Según algunos de estos estudios, individuos que han consumido cannabis tienen más probabilidad de ser diagnosticados con esquizofrenia que los no consumidores de cannabis en los años posteriores. Después de controlar para posibles efectos de otras variables, que podrían haber influenciado el resultado, pues también podrían ser causas posibles de psicosis, el efecto disminuye, pero puede existir.

Además, parece existir un efecto de la cantidad de cannabis consumida (dosis-dependiente) y de la edad, o sea, consumir cannabis en la adolescencia y consumir mayores cantidades parece aumentar las probabilidades de ser diagnosticado con psicosis/esquizofrenia en los años posteriores.

También existen datos provenientes de revisiones recientes que apuntan la evidencia de que el uso de cannabis hace que el desarrollo de psicosis/esquizofrenia se produzca en una edad más temprana que en la población no consumidora.

            Una importante y reciente revisión de los principales estudios que han investigado el tema de la psicosis/esquizofrenia y el consumo de cannabis relata que existe un riesgo aumentado de un 40% o que personas que consuman cannabis sean diagnosticadas con psicosis en los años posteriores.

Por otro lado, según algunos investigadores, este riesgo apenas sería moderado, y aún hay evidencias de que, aunque el uso de cannabis viene expandiéndose en las últimas décadas en casi todo el Occidente, el porcentaje de casos de esquizofrenia no ha sufrido un aumento tan intenso, o mismo se ha estabilizado.

3. Conclusiones      

El cannabis y sus derivados pueden producir efectos similares a los síntomas de la psicosis/esquizofrenia de manera pasajera y temporal, incluido paranoia, alucinaciones, ilusiones y delirios. Además, pacientes esquizofrénicos o que tienen una tendencia-predisposición a la psicosis experimentan efectos psicóticos más intensos y de mayor durabilidad que personas que no tienen estas características. Los pacientes psicóticos también parecen presentar mayores tasas de recaídas tras el consumo de cannabis.

A la larga, cada vez hay más evidencias de que el consumo de cannabis, por si mismo, podría causar psicosis/esquizofrenia. Por otro lado, la causalidad aún es un tema de debate, porque aunque la relación entre cannabis y psicosis cumpla algunos de los requisitos de causalidad, no cumple todos, ya que la mayoría de las personas que consumen cannabis en todo el mundo no desarrollan psicosis/esquizofrenia, y la mayoría de los pacientes esquizofrénicos nunca han utilizado cannabis.

En conclusión, la exposición al cannabis no parece ser una causa ni necesaria ni suficiente de la psicosis/esquizofrenia. Muy probablemente, la exposición al cannabis es un factor componente, entre otros (genéticos, ambientales o desconocidos), que, juntos, causan la psicosis/esquizofrenia.

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Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.