Argentina habilita su primer centro para producir cannabis medicinal

El Gobierno de Argentina habilitó el primer centro para elaborar cannabis medicinal en Jujuy, que servirá para realizar estudios científicos, medicinales y terapéuticos, según informó este lunes la agencia estatal Télam.

Se trata del primer espacio habilitado para el estudio e investigación del uso medicinal de la marihuana y sus derivados desde que se sancionara la ley en el país suramericano en 2017.

La empresa de Jujuy (norte) Cannabis Avatãra, creada el pasado octubre, se encargará del cultivo, producción, industrialización y comercialización de cannabis con una finalidad científica, medicinal y terapéutica, y será en esa provincia donde se ubique el centro.

“A partir de un exhaustivo análisis técnico realizado por especialistas de la fuerza federal, se concluyó que el establecimiento contaba con las normas de seguridad necesarias y que cumplía con las pautas legales impuestas a nivel nacional y provincial”, apuntó en un comunicado el Ministerio de Seguridad argentino.

El cultivo de las plantas será a la intemperie y las semillas comenzarán esta semana el proceso de germinación, que se calcula que será de dos meses aproximadamente.

La empresa calcula que la producción de aceite de cannabis empezará entre la mitad y el final de 2019.

El consumo de medicamentos elaborados a base de cannabis está regulado en varios países latinoamericanos, entre ellos, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Puerto Rico y Uruguay.

Argentina promulgó la ley que permite el uso medicinal de la marihuana destinada a pacientes con ciertas enfermedades crónicas en abril de 2017, y autoriza la producción de la sustancia a varios organismos científicos estatales, con fines de investigación, pero no el cultivo particular.

Según científicos argentinos, las propiedades paliativas del cannabis, observadas ya en alrededor de 50 patologías de distinto origen, son efectivas para atenuar o eliminar los efectos adversos de tratamientos oncológicos como la quimioterapia, ya que reduce las náuseas o la caquexia (pérdida de apetito).

La iniciativa legislativa fue impulsada por organizaciones civiles como Mamá Cultiva, integrada por madres cuyos hijos necesitan el aceite de cannabis para sobrellevar su enfermedad, y obtuvo el visto bueno de la Cámara de Diputados previo en noviembre de 2016.

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