Texto FAT

“El derecho a fumar o mascar una planta que crece silvestre en la naturaleza, como el cáñamo (marihuana), es anterior y más básico que el derecho a votar” Dr. Thomas Szasz

Introducción histórica

Habrá que esperar, no obstante, hasta mediados del siglo XIX para que los medicamentos elaborados a partir del cannabis entren a formar parte de la medicina básica del mundo occidental. Contribuyo a esa entrada, sin ningún género de dudas, la labor de William O´Shauggnessey, joven médico irlandés que trabajo durante muchos años en el Servicio Médico Bengali de la East India Company. Este facultativo, que había sido un observador directo de los múltiples usos del cannabis en la medicina hindú, llevo a cabo una serie de experimentos con animales, destinados a describir los efectos de esta sustancia y a fijar la cantidad de droga que sería tolerable. Sus ensayos le confirmaron que la droga era sorprendentemente segura, ya que, por mucho que aumentara la dosis, nunca llegaron a morir los ratones, las ratas o los conejos con los que experimento, lo que le animo a seguir los ensayos con pacientes aquejados de convulsiones, reumatismo, tétanos y rabia. Sus conclusiones de que el cannabis servía de alivio del dolor, de relajante muscular y de anticonvulsivo fueron irrefutables. El joven doctor de treinta años dio a conocer sus descubrimientos en una notable monografía, que vio la luz primero en Calcuta en el año 1839 y más tarde, en 1842, en un artículo, de cuarenta paginas de extensión, publicado en The transactions of the medical and Physical Society of Calcuta (Anales de la Sociedad Física y Medica de Calcuta). Su informe rápidamente atrajo el interés de los médicos de toda Europa y, tras prudentes estudios, el joven O´Shaugnessey se permitió recomendar el cannabis como valioso remedio anticonvulsivo. En 1842 llevo una pequeña cantidad de cannabis a Inglaterra y Peter Squire, en Oxford Street, Londres, se encargo de convertir la resina de cannabis importada en extracto medicinal y de distribuirlo entre un gran número de médicos, que lo utilizaron bajo la dirección de O´Shaugnessey.

El cannabis, debido a la defensa de la que hizo gala O´Shaugnessey y también del fácil acceso a su extracto para fines medicinales, se utilizo durante un breve espacio de tiempo en los círculos médicos británicos. Muchos médicos empezaron a experimentar con el cannabis como una nueva forma de tratamiento y, consecuentemente, aparecieron informes en publicaciones medicas en los que se ponía de relieve su aplicación para una amplia variedad de dolencias, que van desde los dolores menstruales, el asma, el parto, la amigdalitis, la tos, el insomnio, las migrañas hasta los tratamientos para la desintoxicación del opio. Durante más de cien años pudieron disponer los médicos británicos en la British Pharmacopoeia del extracto de cannabis y de su tintura (solución de cannabis en alcohol ingerida por vía oral).

Desde 1850 hasta 1937, la farmacopea americana utilizo el cannabis como medicina principal para tratar más de cien enfermedades diferentes. Durante todo este tiempo, la ciencia, los médicos y los fabricantes de fármacos desconocieron por completo cuales eran los componentes activos del cannabis. Sin embargo, desde 1842 hasta la década de 1890, la marihuana, a la que se solía hacer referencia con el nombre de “extracto de cannabis indico” o “de cáñamo de la india”, después del alcohol y del opio, era una de las tres sustancias más utilizadas en medicamentos patentados que se recetaban (que en general, se administraban en dosis masivas por vía oral).

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Así, durante esa época, el cannabis gano aceptación e incluso se recomendaba como tratamiento de desintoxicación para alcohólicos y adictos. En documentación de la época, redactada por médicos americanos y usuarios que utilizaban, trataban o experimentaban con cannabis, se encuentran alusiones directas a sus propiedades euforizantes (aunque a veces al contrario) y expansoras del tiempo y de la mente, así como a la hilaridad y al incremento del apetito, habituales tanto en menores como en adultos, en especial las primeras veces que lo tomaban. La principal razón de la caída en desuso en América de las medicinas procedentes del cannabis fue la dificultad en determinar la dosificación.

En España entre 1821 y 1853 se publicaron en distintas revistas profesionales cinco noticias con referencia a la preparación, descripción, uso y acción del haschisch y la cannabina. Poco más tarde, derivados del cannabis se venden sin problemas: el periódico El cascabel publica el 26 de mayo de 1870 un anuncio en el que Grimault y Cia, ”farmacéuticos en Paris de S.A.I. el príncipe Napoleón”, ofrecen Cigarros Indios de Cannabis Indica, con “extracto de cáñamo índico de Bengala”, para combatir el “asma”, la “opresión”, la “sofocación”, ”la tos nerviosa, el insomnio, la tisis laríngea, la ronquera, la extinción de voz y las neuralgias faciales”.

Farmacología por absorción oral

La ingestión oral del cannabis es un método menos fiable si lo que se pretende es una dosis estándar terapéutica. El THC es absorbido razonablemente bien por el intestino, pero el proceso es lento e impredecible y antes de llegar a la circulación general, la mayor parte es rápidamente degradada y metabolizada por el riñón.

Esto nos plantea un problema a la hora de administrarlo de manera terapéutica.

La tintura de cannabis vendría a ser el Sativex de las boticas del siglo XIX y una de las ventajas que le encuentro es su rapidez de efecto con respecto a la cannaoliva o la mantequilla psicoactiva y su dosificación en gotas debajo de la lengua.

Hay muchas enfermedades crónicas o terminales en las cuales la vía inhalada no es la más indicada y si la vía oral, con lo cual no queda más remedio que automedicarse y probar teniendo unos parámetros. En el caso de las tinturas empezaríamos por una gota e iríamos subiendo el número de gotas hasta encontrar el nivel terapéutico.

Tintura de Cannabis

Utiliza licor como solvente para disolver las glándulas de resina en una potente poción de cannabis. Puedes usar cualquier licor, pero cuanto mayor sea el porcentaje de alcohol, o graduación, más rápido y eficiente será el proceso. Puedes dejar que los vapores etílicos se esfumen para que la tintura no contenga alcohol prácticamente. Si prefieres una bebida alcohólica con sabor, emplea Kahlua, Cointreau, Galliano, etc. Sólo recuerda que los licores tienen un porcentaje menor de alcohol, así que el proceso de extracción tardara más.

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Enjuaga 100 gramos de hoja de cogollo de buena calidad en dos litros de agua templada (32ºC).Remueve el agua con las hojas para que se mezcle bien y que la hoja se empape. Cuela las hojas en un escurridor, dejando que el agua verdosa drene en un recipiente. Este paso eliminara gran parte de la clorofila.

Pon el follaje húmedo en un bol y cúbrelo con un litro de alcohol de 80º a tu elección. Remueve el combinado hasta que el alcohol y el follaje estén bien mezclados. Asegúrate de que el alcohol cubra todo el follaje. Pon una tapadera sobre el bol para que el alcohol no pueda evaporarse, y deja que la mezcla macere durante 48 horas.

Retira la tapadera del bol, y deja que la mezcla repose descubierta durante 12 horas más, hasta que se haya evaporado la mitad del alcohol aproximadamente.

Remueve la mezcla de nuevo para que este bien ligada, y pásala a un recipiente a través de un filtro de café. Utiliza el filtro de café para escurrir todo el líquido de las hojas.

Vierte de nuevo el alcohol sobre las hojas y escurre el líquido.

Tendrás alrededor de dos tazas de tintura concentrada de cannabis lista para su uso. O puedes hervir la mixtura para concentrarla aun más. La tintura tendrá el 60% o más del THC contenido en los 100gr. de materia prima.

La tintura puede añadirse a las recetas en lugar de otros líquidos como agua o vino.

Guarda las tinturas concentradas en un lugar fresco y oscuro para evitar su degradación prematura. El calor y la luz degradan las tinturas rápidamente. Utiliza la tintura en un plazo de un mes a tres meses.

Ten cuidado cuando bebas la tintura; ¡es potente! El zumbido es similar a cuando el cannabis se come, pero llega en menos tiempo.

Salud, Paz y Amor.

Om namah sivaia.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.