Unos cultivadores a gran escala pensaron que la solución para proteger su plantación era tener diez osos negros en ella. Lamentablemente para ellos, estaban tan domesticados y eran tan mansos que la policía pudo entrar sin problemas.

La Policía Montada de Canadá descubrió en la provincia de Columbia Británica una enorme plantación de marihuana de cerca de 2,300 plantas en total, situada en las cercanías del lago Christina, protegida por 10 osos negros para evitar el robo del cultivo.

Durante la inspección de la zona, luego de que la Policía se percatara de la presencia de los osos procedieron con cautela, para después darse cuenta de que los animales no mostraban ninguna señal de comportamiento feroz, propio de ellos ante la presencia de personas.

De esta manera, descubrieron que habían sido domesticados para proteger la zona del cultivo ilegal de cualquier robo.

Aparentemente, los osos eran alimentados con comida para perros, a fin de mantenerlos en la propiedad, y podrían ser sacrificados si se determina que los animales se habituaron demasiado a los humanos como para poder desarrollar una vida salvaje de nuevo.

A pesar de ello, el descubrimiento de cultivos de marihuana en Columbia Británica es algo habitual, pues las condiciones climáticas y los grandes bosques de la provincia han facilitado que la producción y venta de marihuana sea una de las industrias más rentables.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.