La música de Bob Marley sonaba en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. Muchos llevaban mates, guitarras o tambores. Allí se congregaron hippies, punks, rastafaritas y aquellos cuya vestimenta no delata pertenencia a alguna tribu urbana.

Todos tienen algo en común: fuman marihuana y se concentraron en Buenos Aires y en otras 18 ciudades de Argentina por el Día Mundial de la Marihuana para la despenalización de su tenencia para consumo. “¡Aguante (viva) el porro!”, gritaban e impulsaban el auto cultivo para terminar con el narcotráfico.

El olor dulzón de la marihuana se percibía por todas partes. Sonaban los tambores y las guitarras entre las más de 5 000 personas. Era un ambiente de fiesta, de ojos entrecerrados y hablar pausado. Pero por primera vez tiene un sentido político.

Estas marchas se organizan desde 1993, pero por primera vez en la noche del sábado se realizó ante las dos principales casas políticas del país: comenzó frente a la Casa Rosada y terminó ante el Congreso.

La reforma a la Ley de Drogas es el objetivo. Aunque, como dijo Agustín, “si bien se han caídos tabúes y hubo fallos que declaran inconstitucional la pena por tenencia, creo que no va a ser tan fácil una ley que despenalice la tenencia para consumo. Quizá sea más complicado que el matrimonio gay”.

El abogado Albino Stefanolo confió a este Diario que “hay cambios: Carlos Fayt, juez de la Corte Suprema, que votó a favor de la penalización en los 90, ahora ya no comparte ese criterio. Los tiempos han cambiado y quizá este sea el momento”.

La fiesta continuaba. Prendieron un bareto falso de unos cuatro metros de largo. Distribuían brownies y pan con yerba. También una comida para paliar ‘el bajón’ (el hambre). “La marihuana causa paranoia, confusión, manía persecutoria, y pérdida total del contacto con la realidad en las personas que NUNCA la fumaron”, decía un cartel de Fumatinga, comunidad web donde se discute cómo preparar comidas y mejorar el autocultivo.

“Los narcos venden un cubito de 25 gramos carísimo y que además está lleno de químicos para conservarlo. Si alguien tiene su propia hierba, es de mejor calidad y tienes certeza de lo que estás consumiendo y así no financias algo tan perverso como el narcotráfico”, afirma Hernán, promotor de esa página.

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