Con las manos en la tierra.

El siguiente artículo hace un recorrido a través de las necesidades básicas que un cultivador debe atender para cultivar cannabis. Desde la germinación hasta la cura, todo el ciclo natural de la planta para que el próximo otoño recolectes tu propia marihuana.

Lo primero que tenemos que hacer es elegir la variedad de semillas de cannabis que queremos plantar. Para ello la mejor recomendación es que te cerciores en tu growshop de la variedad que mejor te convenga, de acuerdo con la modalidad de cultivo. Si estás pensando en cultivo de exterior lo mejor es una variedad con un periodo de floración más rápido el cual termine antes de que llegue el frío. Si lo que necesitas es Cannabis para uso medicinal tienes que ser muy específico en cuanto a la variedad elegida, asegúrate de que estás cultivando la medicina que buscas.

Recuerda que el Cannabis es una planta, y que puede ser cultivada tan fácilmente como cualquier otra planta de floración anual. La naturaleza se cuida de la mayor parte de los aspectos cuando estamos cultivando en exterior. Según cambian las estaciones la planta va recibiendo las cantidades adecuadas de luz para su crecimiento y floración. Todo lo que necesitas es regarla cuando lo necesite y tal vez añadir algo de fertilizante.

El cultivo de interior requiere un poco más de trabajo, tienes que suministrar a la planta todos elementos necesarios para que sobreviva: luz (con lámparas especiales), cambios de estaciones (programadores), aire fresco (extractotes de aire) y viento (ventiladores), tierra (macetas con el sustrato), y lluvia (agua y nutrientes). Si todos los elementos citados son suministrados a la planta lo único que necesitas es un conocimiento básico del ciclo natural de la planta.

El ciclo natural de la planta

Germinación

El proceso de germinación de la semilla se da de la misma forma ya sea para cultivo de exterior o de interior; al adquirirlas, las semillas son muy secas y necesitan absorber bastante agua antes de que abran. Esto se puede realizar de diferentes formas pero la más natural es simplemente dejarlas en la tierra o sustrato elegido y después regarla. Nosotros normalmente ponemos las semillas en un vaso de agua mineral (ver fotos 1 y 2). La semilla flota cuando está seca, cuando ha absorbido suficiente agua, la semilla se hundirá en el fondo del vaso y enseguida comenzará a germinar. Intentaremos siempre poner las semillas en el sustrato antes de que germinen, unas cinco o seis horas después de que se hayan hundido en el vaso. En este momento ponemos la semilla a un centímetro de profundidad en una maceta pequeña llena de tierra o el sustrato elegido (ver foto 3), manteniendo la mismo humedad sin que llegue a empaparse. Esperamos a que empiecen a brotar las primeras hojas (ver fotos 4a y 4b) Una vez que la planta se haya asentado en la tierra podemos empezar a añadir fertilizantes en forma de estimuladores de raíces. Los mini invernaderos pueden crear un ambiente más estable, son más adecuados para el uso con clones y plántulas, especialmente durante los primeros días. Las plantas jóvenes no necesitan tanta intensidad de luz como las que ya se encuentran en periodo de floración. No las dejes nunca demasiado cerca de una fuente de luz intensa o se quemarán. Los tubos fluorescentes se pueden usar para las plántulas jóvenes y para los esquejes. Las primeras hojas en aparecer son las llamadas cotiledones. Después de esto el primer grupo de verdaderas hojas: estas son hojas de una punta, tras estas vienen las de tres puntas y después de cinco puntas. ¡Esto puede continuar hasta alcanzar trece puntas!

Crecimiento

El Cannabis puede ser plantado en exterior tan pronto como la zona en la que vivas empiece a recibir suficientes horas de luz solar: unas 16 y 18 horas al día. En Europa, por ejemplo, esto ocurre entre mayo y junio. Durante este período vegetativo la planta puede ser podada o maleada para mantenerla con el tamaño y la forma bajo control. Continuará creciendo hasta la estación de otoño, para cuando tengamos 12 horas de luz solar su ciclo de floración se verá parado (normalmente sobre el equinoccio de otoño).

En interior la planta requiere 18 horas de luz cada día durante el ciclo de crecimiento; es más fácil usar un temporizador que apague y encienda las luces cuando sea requerido. El período de crecimiento puede durar tan poco como una o dos semanas para una planta pequeña, y hasta 4 ó 5 meses para una planta grande, eso dependerá de ti. Tan importante como los períodos de luz son los de oscuridad que tiene que recibir cada día. Debe haber unas 6 horas de oscuridad total e ininterrumpida por cada período de 24 horas. Esto es también el ciclo requerido para mantener a una planta madre viva, así como para mantener a un esqueje hasta que esté listo para el florecimiento.

El riego debe aplicarse sólo cuando la capa superior del suelo esté muy seca. Esto suele ser una vez al día, y si el suelo está todavía húmedo al final del segundo día entonces es que pusiste demasiada agua y deberías usar menos la próxima vez. Esto prevendrá que las capas más altas de la raíz se ahoguen. Los fertilizantes orgánicos se pueden añadir para mejorar el crecimiento y la salud de las plantas, durante este ciclo las plantas realmente necesitan nitrógeno (N). Es importante, como regla general, mantener los niveles de Ph entre 5,8 y 6,8.

 

Floración

En este momento lo ideal son 12 de oscuridad y 12 de luz. Tan pronto como tengas sólo de 12 a 14 de horas de luz solar, la planta empezará la floración. En el norte de Europa esto ocurre entre agosto y septiembre y dura normalmente entre 7 y 16 semanas, dependiendo de la variedad que cultivemos. Asegúrate de usar una variedad que florezca rápido cuando cultives en climas más fríos y de norte.

En interior la planta necesita 12 horas de luz y 12 de oscuridad ininterrumpidas para que pueda florecer sin stress causado por la luz, lo cual puede causar que se interrumpa el ciclo normal de la planta y se interfiera con el proceso de floración. Las hojas se empezarán a poner amarillas normalmente después de la tercera o cuarta semana de floración. Cuando una hoja se pone amarilla y arrugada debe ser cortada, ten siempre cuidado de no quitar muchas hojas verdes porque esto puede inhibir la fotosíntesis de la planta. El riego se debe aplicar de la misma forma que en el periodo de crecimiento , pero ahora es necesario el uso de fertilizantes que contengan fósforo (P) y potasio (K) para tener una planta más sana y vigorosa que de una mayor cosecha.

Es importar dejar de añadir fertilizantes al agua durante las últimas semanas de la floración, esto enjuagara los nutrientes de la planta y mejorará el sabor y la calidad del producto final. Cuando la planta haya completado el ciclo de floración y los cogollos o flores estén maduros se marchitara y morirá si se la deja. Las plantas en floración necesitan tanta luz como sea posible. No pongas la planta a la sombra o demasiado lejos de la luz. Recomendamos el uso de cadenas o sistemas de polea que permitan ajustar la altura de la lámpara cuando sea requerido.

No olvides esto

Las plantas macho no producen “flores” fumables, y cuando su polen alcanza las plantas hembra, los cogollos de estas producirán semillas y la calidad del producto será menor que la de las plantas sin polinizar. Los machos deben ser eliminados lo antes posible, a no ser que quieras semillas.

Las plantas hembra se pueden identificar por los pequeños pelillos blancos o pistilos. Al principio de la floración aparecerán más pistilos, y cuando las flores alcancen la madurez empezarán a cambiar de apariencia. Las flores maduras de cannabis suelen mostrar colores marrones, verdes, naranjas y púrpuras.

Normalmente el Cannabiis está listo para la cosecha cuando entre el 60% y el 80% de los pistilos han cambiado, y las flores están cubiertas de resina. Esto, por pursuesto, dependerá de la variedad que hayamos elegido para cultivar.

Cosecha y secado

Este suele ser un momento doloroso, porque después de haber cuidado de la planta tanto tiempo llega el momento de cortarla. Tan pronto los cristales maduren (ver foto cinco) es el momento de cortar las ramas. Las podemos colgar boca abajo de un cable hasta que estén completamente secas, lo cual puede se puede comprobar de una manera sencilla doblando una rama. Si se dobla está todavía húmeda, pero si se rompa o chasquea ya esta lo suficientemente seca como para almacenar. El proceso de secado puede durar hasta tres semanas para las ramas más grandes y unos seis o siete días para los cogollos más pequeños. En el momento que estén las ramas secas puedes empezar a quitar las hojas, las cuales no se deben fumar, pero se pueden usar para hacer té, bizcochos o hashis.

La cura

Depués del secado, el cannabis esta casi listo para el consumo, ahora llega la parte más dura. Para conseguir un resultado de la mejor calidad el cannabis ha de ser curado, esto debe hacerse en tarros de cristal, almacenándolos en un lugar oscuro por un periodo de entre dos y cuatro meses. Este proceso hará que cambie ligeramente el color de la hierba a medida que la clorofila se va rompiendo. El sabor cambia hacia un aroma más purgente debido al proceso de fermentación. Piensa en tu cannabis como en un buen vino.

Unas líneas sobre quién es Meter Fronczek (Amsterdammer), Colaborador del Cannabis College de Amste

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.