En el número anterior hicimos una revisión a grandes pinceladas del escenario gastro-cannábico en los Estados Unidos de Norte América y unas reflexiones básicas sobre el uso del cannabis medicinal y sus dosificaciones aproximadas.

En el siguiente artículo vamos a centrarnos es describir dos de las formas de extracción de cannabinoides más sencillas, de hecho todos podréis hacer la experiencia en casa sin mayor problema:

La mantequilla y el aceite de marihuana. Ambos son una receta básica en la cocina cannábica para principiantes y expertos. No confundir con el aceite concentrado esencial de la planta.

La mantequilla de marihuana se utiliza mayoritariamente para la elaboración de repostería. Simplemente, hazte con la mejor receta de bizcochos, magdalenas (muffins), o galletas (cookies) y sustituye la mantequilla ordinaria por tu mantequilla o aceite de marihuana.

Consideraciones iniciales:

El cannabis es liposoluble, es decir, se disuelve en grasa y de ahí que se use un medio de cocción como la leche (entera), la mantequilla o el aceite para cocinarla. En agua, no se liberaría el principio activo.

Los principios activos son absorbidos por las materias grasas cuando se calientan a 60ºC. Se puede extraer más THC y cannabinoides (principios activos del cannabis) con aceite o mantequilla (80%) que con alcohol (40-60%).

Procedamos con la receta:

Mantequilla de marihuana.

Ingredientes:

100 g. de hoja de marihuana o de cogollos 10 g. Aproximadamente. Como cada planta es diferente, las cantidades varían (mejor si el material vegetal está bien seco y es de buena calidad y dado caso, si la has cultivado tú, muchísimo mejor).

1,5 L. de agua.

500 g. de mantequilla sin sal.

Cazuela grande, colador o tela de algodón o maya.

(Por cada 50 g. más de hoja añade 100 g. de mantequilla y 250 ml. de agua).

Preparación:

Es recomendable, si hay muchas hojas, lavarlas con abundante agua y hervirlas para quitar el resto de clorofila, ya que deja sabor desagradable. Debido a que el THC no se disuelve en agua, hirviendo las hojas no hará perder sus propiedades. Picar los cogollos o las hojas. Calentar agua, añadir las hojas, y remover. Cuando llega a hervir pasados 5-10 minutos añadir la mantequilla y llévalo a ebullición (burbujeo). Tapa y déjalo hervir a fuego muy lento (importante) durante 30 minutos (entre una hora o dos horas si es más cantidad de las hojas, removiendo de vez en cuando). Retira la mezcla del fuego cuando veas que ha ligado (agua, mantequilla y hojas ya son uno), pero aún es líquida. Cuela bien la mezcla. Lo que te interesa es el líquido filtrado. Exprime bien las hojas para sacarles todo su contenido, toda la mantequilla que hayan absorbido. Hervimos algo más de agua, y la echamos sobre la materia exprimida varias veces para arrastrar cualquier resto de mantequilla y se vuelve a exprimir.

Deja reposar el líquido sin tapar hasta que enfrié a temperatura ambiente y que la mantequilla se separe del agua. Mételo así en la nevera o el congelador. Cuando la mezcla esté fría, la mantequilla se habrá solidificado totalmente sobre el agua, que no debe llegar a congelarse. Ahora puedes extraerla fácilmente. El agua no sirve para nada. Si quieres guardar la mantequilla de forma más cómoda, déjala entibiar y moldéala en forma de bloques. Conservarla en el refrigerador hasta mes y medio o congela una parte. Los aceites con el extracto de marihuana le dan un color verdusco y un sabor medio terroso a los platillos, pero el sabor puede disimularse fácilmente con ajo, hierbas y especias.

IMAGEN 3

Aceite de marihuana

Esta es una receta cannábica puramente mediterránea. Se realiza del mismo modo que la mantequilla psicoactiva salvo que se sustituye la mantequilla por aceite.

Si utilizas un aceite de oliva de calidad va a soportar mejor las altas temperaturas necesarias para algunas recetas y para cocinar algunos platos es más interesante que la mantequilla, a la vez que el aceite de oliva se puede consumir crudo como aliño de ensaladas, tostadas o pan tumaca.

Sigue el mismo proceso que para hacer la mantequilla, pero para enfriar el líquido cuando lo hayas hervido, filtrado y dejado reposar, mételo en el congelador. Debes dejar que el agua se congele para poder separar mejor el aceite. Una vez hecho todo este proceso, guarda el aceite en el frigorífico de preferencia en una botella de vidrio y si es de cristal oscuro, mejor que mejor.

El grado de concentración es igual que el de la mantequilla. Una dosis individual tanto de mantequilla como de aceite es una cucharaditade postre.

Estas recetas puedes utilizar en cualquiera de tus platos preferidos que contienen aceite, siempre que no pase los 170º C, porque se puede destruir gran parte de cannábinoides y si quieres complicarte, en tu growshop cercano, puedes comprar un libro de recetas cannábicas.

EXTRACCIÓN Y CONCENTRADO : JELLY HASH

Cuando el invierno se va afianzando, las reservas de los productores de exterior se van resintiendo…, comenzamos a pensar en hacer algo con los restos de manicura de la cosecha de 2013. Ya han pasado unos meses desde la cosecha y la mayoría de las glándulas de la planta se habrán oxidado y por tanto a la hora de hacer una extracción con este material, el resultado final va a ser de mucha mayor calidad y al consumirla nos traerá aromas y sensaciones propias de las variedades de hash más exóticas y apreciadas.

Para incrementar la potencia del producto final os proponemos elaborar Jelly hash. El Jelly Hash es una mezcla de extracción en seco, ice-olator y BHO; pero en este caso y para simplificar el proceso elaboramos nuestro Jelly Hash a partir de BHO y Extracción en seco (polen).

Para la elaboración de este manjar cannábico, necesitamos hacer una extracción en seco; en growshops podrás encontrar los clásicos pollen makers o pollen shakers, que permiten obtener extracciones de calidad media con poco esfuerzo y pocos medios, ya que es suficiente con disponer de un congelador, rellenar el pollen maker con restos de manicura o cogollos, mantenerlo congelado durante al menos seis horas y proceder a agitar fuertemente para que se desprendan fácilmente los tricomas glandulares y la extracción sea lo más satisfactoria posible. Recuerda que, cuanto más agites el shaker de menor calidad será el polen resultante.

Posteriormente, se procede a elaborar BHO con la técnica habitual, a modo de descripción básica os comentaremos que es necesario contar con un tubo para la extracción, que pueden ser de acero inoxidable o de PVC, que se rellena de materia vegetal (puedes usar recortes o cogollos pero siempre secos en ambos casos) y, posteriormente se le aplica gas butano para arrastrar los tricomas glandulares. Es conveniente que el BHO esté bien purgado, es decir, hay que intentar dejar el menor rastro de residuos del gas que nos sea posible. Esto se logra subiendo y bajando la temperatura del agua del baño maría donde tenemos la bandeja de cristal que recibe el gas con los tricomas, y rompiendo las burbujas que se vayan formando con algún útil de metal puntiagudo (las agujas de costura o alfileres pueden servir).

Una vez purgado y preparado el BHO simplemente hay que unirlo al polen y trabajar la mezcla para que se fundan en una sola sustancia, cuanto más BHO tenga la mezcla más difícil te va a resultar manipularla. Una buena proporción es: 1 parte de BHO por cada 5 partes de Extracción en seco (polen).

IMAGEN 5

Dada la enorme potencia del Jelly Hash (dependiendo de la calidad de cannabis con el que fue elaborado), que puede llegar a concentraciones del 50-60% de THC, lo convierte en un concentrado con mucho valor medicinal, puesto que con una pequeña dosis los efectos pueden ser sorprendentemente intensos. No es conveniente abusar del Jelly Hash o tu cuerpo irá generando una mayor tolerancia a los altos niveles de THC y, puede llegar a ocurrir que una marihuana o hash comercial o de calidad media no te genere efectos suficientes.

Desde nuestra experiencia, recomendamos el Jelly Hash para última hora del día, indicado especialmente para personas con dolores de columna, reumáticos, articulares o problemas de insomnio. Además, un aspecto interesante del Jelly Hash es que se puede consumir en cigarrillo, liado con tabaco u otro sustituto (picadura de hierbas). Habrá puristas que consideren que es una lástima mezclar tan sublime crema con tabaco y papel pero, os podemos asegurar que, si lías un clavel de Jelly Hash en el sofá del salón cuando lleves medio porro, ya estarás siendo mecido por los brazos de Morfeo…

Por otro lado el Jelly Hash es idóneo para viajes ya que con una pequeña cantidad podrás tener tus necesidades cubiertas durante varios días, también la ocultación en equipajes es sumamente sencilla, ya que el Jelly puede ser moldeado a voluntad, debido a elevada ductilidad le podremos dar formas inverosímiles o tan finas que pasarán totalmente desapercibidas en cualquier control rutinario.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.