Durante todo el año pasado hemos ido estudiando diferentes patógenos que afectan al cannabis cultivado y le causan una enfermedad. Como vimos al principio de ese mismo año en la introducción a las enfermedades del cannabis, existe un grupo de enfermedades que no tienen un origen patogénico. Este grupo es conocido como enfermedades no infecciosas o enfermedades abióticas. En este tipo de enfermedades no hay ningún microorganismo patógeno detrás de los síntomas que observamos, son causados entre otros por ciertas condiciones ambientales adversas, desajustes del pH o EC de la solución del suelo, o una inadecuada nutrición.

Por Massimiliano Salami (drgrow)

Enfermedades no infecciosas

A continuación vamos a estudiar algunas de las enfermedades no infecciosas más frecuentes en el cultivo del cannabis.

Quiero advertir que diferenciar una enfermedad biótica de una abiótica no es tarea simple, ya que, los síntomas de estas enfermedades, pueden ser fácilmente confundidos con los causados por las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, la marchitez por el exceso de agua, es para un neófito igual que la marchitez vascular causada por el Fusarium.

Enfermedades causadas por condiciones ambientales adversas

Por el exceso de humedad

Una de las enfermedades más comunes con la que se encuentran los cannabiscultores menos experimentados, es la apóxia o asfixia radicular.

El exceso de humedad ya sea en forma de lluvia o riego en suelos o sustratos que no permita la evacuación rápida del agua sobrante, crea unas condiciones de encharcamiento nada favorables para el sistema radicular de la planta. De hecho, si estas condiciones no son mejoradas en un tiempo límite, es probable que se alcancen niveles intolerables para la respiración de la raíz, causando la asfixia radicular y posteriormente la marchitez completa de la planta.

Además estas condiciones de encharcamiento favorecen el desarrollo de otras enfermedades de carácter infeccioso como los hongos radiculares.

Por supuesto mencionar que el granizo y la escarcha dañan severamente al vegetal.

En los cultivos de interior las corrientes de aire son generadas por los ventiladores, agitan las hojas y ramas. Cuando estas friccionan entre sí repetitivamente aparecen unas lesiones de color gris o marrón, como se aprecia en la foto.

Por la falta de humedad

Curiosamente los síntomas relacionados con la insuficiencia de agua son muy similares a los causados por el exceso: la marchitez.

Cuando no hay suficiente agua para su metabolismo, la planta cierra sus estomas para prevenir la deshidratación, si las condiciones adversas persisten, la planta pierde turgencia (se pone mustia); si las condiciones siguen tan adversas la planta finalmente acabará marchita.

En condiciones de baja humedad la planta no sólo sufre el estrés hídrico, también se hace más sensible al ataque de patógenos infecciosos.

Por el calor extremo

Las temperaturas ambientales juegan un papel primordial en el cultivo del cannabis.

Existe la creencia de que al cannabis le gusta un ambiente cálido con temperaturas mas bien altas,… – y te comentan tan felices “del calorcito que le da en su ventana…”-. Por supuesto una temperatura agradable es fundamental para el cannabis, pero las altas temperaturas han demostrado ser nefastas para el metabolismo de la planta. Las temperaturas ideales para los procesos metabólicos de la planta se sitúan entre los 24-26ºC. Un incremento de 1-2 grados puede incluso beneficiar su desarrollo, pero un cultivo en condiciones de temperaturas medias de 32-34ºC suele terminar con una producción organoléptica de muy baja calidad. A estas temperaturas, las cimas florales casi no desarrollan tricomas glandulares y los que se desarrollan evaporan su contenido a la atmosfera. El calor extremo, combinado con una baja disponibilidad de agua para la planta hace que las plantas no absorban suficiente CO2 para todos los procesos metabólicos, como la producción de los percusores de los cannabinoides.

Por bajas temperaturas

Las temperaturas óptimas son de 24-26ºC, preferiblemente con una inversión térmica de hasta 8 grados entre día y la noche. Las temperaturas diurnas demasiado bajas, inferiores a los 15ºC frenan rápidamente el desarrollo de la planta al ralentizar su metabolismo.

Las puntas quemadas de los foliolos de la hoja en la foto, indican que la planta ha absorbido demasiado nitrógeno. Una EC muy alta causa quemaduras también en los bordes de los foliolos, comenzando por las hojas más viejas

Por una iluminación excesiva

Las plantas trasforman la radiación solar en energía química para la creación de materia orgánica y para otros procesos vegetales.

Las hojas actúan como paneles solares, gracias a su estructura química no se recalientan siempre que haya agua disponible para transpirar y refrigerar.

Existe una leyenda urbana extendida entre cultivadores que dice: “una iluminación excesiva en interior puede causar quemaduras”. Bajo nuestras experiencias realizadas en exterior, bajo la brutal irradiación solar de las medianías altas de la vertiente sur de la isla de Tenerife, durante el verano 2010, podemos afirmar que el cannabis soporta elevadísimas radiaciones solares, lo que no soportaría un ser humano sin protección solar tipo bloqueo total. Por tanto nuestra conclusión es: “en interior nunca hay suficiente luz”.

Un problema relacionado con la excesiva radicación solar se observa en el cultivo en macetas y contenedores; éstos se recalientan y trasmiten esa temperatura a las raíces, dañándolas de forma importante. Si esta infección aparece durante el periodo vegetativo, es posible regenerar el sistema radicular, pero si afecta durante la floración la recuperación es muy complicada. Las plantas afectadas muestran un síntoma característico de carencia de nitrógeno. Las raíces dañadas, deshidratadas y recalentadas no pueden absorber el nitrógeno necesario dando lugar a una importante perdida de producción.

En el mismo ensayo realizado el verano pasado se expusieron al sol varias plantas en contenedores de color diferente y uno de los contenedores fue recubierto por una lámina de Mylar. El hecho de que los contenedores fueran de color diferente no fue significativo en el desarrollo radicular, ya que todos sufrieron recalentamiento. En cambio, el contenedor recubierto de Mylar evitó el recalentamiento y por tanto tuvo un mejor desarrollo del sistema radicular. El Mylar refleja más del 85% de la radiación lumínica evitando en gran medida el recalentamiento del contenedor.

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Fitotoxicidad por pesticidas. En la foto un ejemplo de fitotoxicidad causada por la inadecuada manipulación de un tratamiento a base de aceite neem. La alta concentración en neem aplicado en unas condiciones de elevada temperatura e insolación resultó ser tóxica, mostrando estos síntomas en todas las hojas de la planta.

Por el déficit lumínico

Cuando una planta de marihuana crece con una iluminación deficiente, ésta tiende a espigar. El espigamiento no es crecimiento, sino alargamiento del tejido, es decir, las células se alargan haciéndose más finas y más sensibles a condiciones adversas y patógenos.

El Cannabis sativa L. como acabamos de ver es una planta de sol, le encanta ser achuchada por los rayos solares, por tanto las condiciones de pobre iluminación además del alargamiento de los tejidos, que suelen terminar partiéndose, se han observado otras anomalías en el desarrollo de la planta, como una entrada floración prematura y en otros casos, contrariamente un alargamiento del periodo vegetativo.

Además la insuficiencia lumínica implica una disminución de la actividad metabólica de la planta, que lleva a otros problemas relacionados con una baja respuesta de defensa a patógenos y plagas.

Por el viento

El viento es un factor limitante para cualquier especie vegetal cultivada. Lo primero a tener en cuenta es, que en los cultivos de interior el movimiento del aire (viento) es forzado por los ventiladores. El viento ya sea forzado o no, tiene un efecto negativo sobre las plantas, las deshidrata y la mueve friccionándolas entre ellas. El aserramiento de los bordes de los foliolos de las hojas de marihuana actúa como una lima. Los síntomas más comunes de esta enfermedad abiótica son lesiones de color marrón grisáceo sobre la superficie de las hojas y ramas por fricción.

En exterior un viento fuerte puede defoliar una planta de forma severa.

Necrosis naranja en un cultivo de maceta en interior. En la foto un estado avanzado de la necrosis naranja, enfermedad no infecciosa relacionada directamente con la acidez de la solución del suelo.

Por un ambiente estancado

Los ambientes estancados suelen presentarse en invernadero y salas de cultivo de interior con una ventilación insuficiente. Además de los problemas de temperatura y humedad que se puedan generar, un ambiente estancado no favorece la nutrición orgánica de la planta, es decir, al no renovarse el ambiente, éste se carga de oxígeno mientras se empobrece la concentración de CO2que frena el desarrollo normal de la planta. No olvidemos que los cannabinoides son todos ellos compuestos formados a base de carbono, por tanto un empobrecimiento de este elemento, tendrá muchas más repercusiones que la parada del crecimiento.

Enfermedades causadas por salinidad y pH

Por una elevada salinidad y sodicidad

El exceso de sales en el agua de riego o en los sustratos es perjudicial para la planta.

El exceso de sales (EC muy elevada) crea problemas de presión osmótica en las células vegetales; esto crea una alteración dentro de las células afectadas, que terminan necrosando. Los síntomas más característicos que podemos observar en la planta son las quemaduras de los bordes de los foliolos de las hojas más viejas. Esta infección abiótica si no es controlada prosigue afectando a las hojas de mediana edad y finalmente a las más nuevas. Cuando las hojas nuevas muestran síntomas, ya no hay salvación para el vegetal.

En cuanto al sodio como bien sabemos, es un elemento necesario pero en muy pocas cantidades, bueno en cantidades inferiores a las ínfimas.

Una concentración muy elevada de sodio destruye la fertilidad del suelo y desplaza el calcio que hace de puente-enlace en el complejo arcilloso-húmico.

En condiciones de elevada sodicidad una planta de cannabis puede sufrir diferentes problemas y mostrar síntomas muy variados que van desde el cese del crecimiento hasta el amarillamiento y necrosis localizadas.

Fitotoxicidad por el exceso de abonos orgánicos. El cultivo en maceta con abonos orgánicos es más complejo de lo que muchos cultivadores creen. Las carencias y las fitotoxicidas están al orden del día.

Por una salinidad muy baja

Una salinidad muy baja suele afectar al efecto tampón del pH de la solución de nutrientes y causar varias deficiencias.

También repercute en el peso final de la cosecha, es decir, una EC muy baja dará lugar a una producción más baja.

En cambio, una sodicidad muy baja no afecta negativamente a las plantas.

Por fluctuaciones del pH

Como todos sabemos el pH ideal para la nutrición del cannabis tiene un rango que oscila entre 5,5-6,5. Estos valores son normalmente mal interpretados por la mayoría de los cultivadores de cannabis. Por eso vamos a intentar dar un poco de luz a este tema: el rango óptimo de pH es el arriba mencionado, pero hay que añadir más información. Este rango es el que debe tener la solución del suelo (en los cultivos hidropónicos la solución del suelo y de nutrientes coincide). La solución del suelo es aquella que se encuentra entre las partículas de tierra y las raíces, y debe tener el pH en el rango correcto.

En los cultivos comerciales la solución de riego (agua o agua + nutrientes) se ajusta según el pH de la solución obtenida por drenaje del cultivo. El método es el siguiente: en cada riego se obtienen muestras de la solución de drenaje, y se le realizan las mediciones para comprobar su estado. Si este no está en el rango de pH adecuado se realizarán los ajustes de pH necesarios a la solución de riego para el próximo turno de riego y corregir dicho pH de la solución del suelo.

Esto implica que si fuese necesario podríamos regar con un pH fuera del rango para compensar el pH obtenido en el drenaje anterior.

Este sistema de ajuste de pH (y para EC también es válido) según drenaje es el mejor sistema para regular y mantener en los parámetros deseados en los cultivos en maceta a base de turba y fibra de coco. Los valores no son 100% reales, son aproximaciones, pero lo suficientemente precisos para usar en la práctica diaria.

Durante la floración el cannabis ejerce una presión sobre el pH de la solución del suelo, normalmente tiende a acidificarla. Esta acidez hay que vigilarla, midiendo la solución drenada como hemos expuesto arriba. Una acidez muy elevada (pH: -5) puede causar diferentes problemas de absorción de nutrientes.

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Una sintomatología que hemos observado a lo largo de los años, siempre relacionada con la fuerte acidez de la solución del suelo, es la aparición de pequeñas lesiones de color naranja óxido sobre las hojas (entre las nervaduras). Esta afección es bastante común y por eso le hemos dado un nombre, la Necrosis Naranja.

Además de esta enfermedad no infecciosa, el pH demasiado ácido o básico interviene negativamente en la absorción, adsorción y disponibilidad de los elementos nutritivos.

Insuficiencia lumínica. En la foto, una planta criada en condiciones de muy poca luz. La falta de luz hace que la molécula de la clorofila no se forme y el vegetal tenga ese aspecto amarillento. También disminuye su reacción ante enfermedades del tipo infeccioso.

Enfermedades causadas por diversas sustancias químicas

Fitotoxicidad por pesticidas y fungicidas

La aplicación de pesticidas y fungicidas pueden causar problemas fitotóxicos a las plantas: los síntomas pueden ser de diferentes índoles, necrosis, amarillamientos foliares, crecimiento anormal, etc.

Estos productos además de la materia activa suelen incluir aditivos para mejorarlos. Tanto las materias activas como estos excipientes pueden ser tóxicos para las plantas y por supuesto para las personas.

Es primordial hacer una prueba-test del producto, siempre empleando las cantidades aconsejadas por el fabricante, sobre una planta antes de aplicar al resto del cultivo. Un ejemplo de fitotoxicidad por fungicidas, son las quemaduras que genera el exceso gas procedente de la quema de azufre.

Fitotoxicidad por ozono

En la cultura de los cultivos de interior uno de los principales problemas a los cuales nos enfrentamos son los olores que el cannabis desprende durante la fase de floración. Para controlar estos olores existen en el mercado varios tipos de aparatos que purifican el aire. Uno de estos aparatos, muy efectivo pero peligroso para la planta si no es bien ajustado al tamaño de la sala, es el generador de ozono.

El exceso de ozono procedente de estos sistemas de tratamientos de olores ha demostrado ser causa de quemaduras en las plantas.

 

Enfermedades asociadas a la nutrición

Enfermedades nutricionales

Las enfermedades nutricionales engloban tanto a las deficiencias como a las toxicidades. Los elementos inorgánicos usados por las plantas se denominan esenciales, por que todos son necesarios para el correcto funcionamiento del metabolismo de la planta. Cuando alguno de estos elementos es deficiente o absorbido en exceso, el metabolismo de la planta es perturbado, a veces de manera significativa, dando lugar a los conocidos síntomas carenciales o de toxicidad.

Visto que este punto tan interesante es demasiado extenso e importante para tratarlo en este artículo, dedicaremos más adelante, a lo largo de este año, uno o dos artículos para desvelar todos los secretos de la nutrición del cannabis.

Fitotoxicidad por metales pesados

Es bien conocida la potencialidad del cannabis para absorber metales pesados. Estos metales no son necesarios para ningún ser vivo y su absorción puede llevar a problemas de salud.

La absorción por parte de la planta de dichos elementos causa fitotoxicidades de sintomatología muy variable. Esta enfermedad no infecciosa se puede presentar cuando se cultiva en bidones de pinturas, etc.

Fitotoxicidad por bio-estimulantes

Los bio-estimulantes, son productos ricos en sustancias orgánicas como las vitaminas, los aminoácidos, hormonas vegetales, etc. Aplicar en exceso estas sustancias pueden afectar de forma negativa al metabolismo de las plantas obteniendo crecimientos o paradas no deseadas, al igual que clorosis y, en casos extremos, mutaciones.

Temperaturas extremas. La radiación solar no es un problema para una planta de cannabis, pero el recalentamiento del contenedor, hace que se recaliente el sustrato y las raíces, esto puede dañar de forma irreparable el sistema radicular. En la foto una planta con los síntomas típicos de estar sufriendo un recalentamiento radicular.

Enfermedades diversas

Por una oxigenación muy pobre de la solución de nutrientes

En los cultivos en contenedor es fundamental que el agua o solución de riego sea rica en oxígeno. Un medio de cultivo pobre en oxígeno suele estar saturado de agua, y esto suele causar problemas de asfixia radicular. Los equipos hidropónicos son los más sensibles a este problema, por eso una oxigenación forzada nunca viene mal.

Los síntomas visuales son los mismos que en condiciones de exceso de humedad, las plantas se ponen mustias progresivamente hasta marchitar por completo.

Feminización

El proceso de feminización del cannabis, es un respuesta fisiológica natural (o inducida) de supervivencia, cuando la planta se encuentra en unas condiciones no óptimas.

La aparición de estas flores está estrechamente relacionada con temperaturas elevadas, con una inversión térmica día/noche insuficiente, o incluso por una plaga como las moscas blancas.

En el último informe elaborado para Vulkaniaseeds, hemos podido comprobar que ciertas variedades, cuando son cultivadas en interior, aquellas cimas más cercanas a la fuente de calor (+o- 25cm debajo una bombilla Green Power de 400W HPS) al poco tiempo desarrollaban pequeñas flores, algunas con capacidad de polinizar.

Un ambiente cargado, estanco y con plagas tiene más probabilidades de que las plantas se estresen y generen flores masculinas sobre un pie hembra.

 

Enfermedades causadas por las plagas

Plagas

Las plagas pertenecen al grupo de enfermedades no infecciosas, los homópteros como las moscas blancas, los pulgones, las cochinillas, dípteros como las moscas del mantillo y los minadores, ácaros y lepidópteros, son algunos de las plagas más comunes que afectan al cannabis.

Agradecimientos: Claudia Santarosa y Fede.

Referencias:

Salami. M. 2008. Cannabis sativa L., Dr. Grow´s Productions.

Acerca del autor

Massimiliano Salami
Massimiliano Salami es escritor, autor del libro Cannabis sativa L., colaborador de Cannabis Magazine e investigador en el cultivo del cannabis. Licenciado en matemáticas, es técnico en gestión de empresas agropecuarias con amplia experiencia como breeder.