Se dice, se cuenta, se comenta que tomar aspirina con Coca-Cola pone cachondas a las chicas (y muchas cosas más). ¿Será verdad? ¿Será mentira? ¿Qué será… será? Sigan ustedes leyendo y, muy pronto, lo sabrán.

Por Eduardo Hidalgo

Como bien saben los americanos, la Coca-Cola vale para todo: ¿Te encuentras mal? Tómate una Coca-Cola; ¿Te duele la tripa? Se te pasará con Coca-Cola; ¿Estás menstruando? Necesitas Coca-Cola; ¿Te sientes cansado? Bebe Coca-Cola. ¿Tienes sed? Coca-Cola.

De la aspirina podríamos decir tres cuartos de lo mismo: ¿Tu hombro se resiente de tanto tocar la batería? Toma una aspirina y sigue metiéndole caña. ¿Tienes molestias lumbares por una mala postura en la mesa de trabajo? La aspirina te aliviará. ¿Sufres dolor de cerveza, digo, de cabeza por la resaca de anoche? Te irá bien una aspirina. ¿Congestión nasal, estornudos, lagrimeo, fiebre? Aspirina.

De modo que, siendo así, no es de extrañar que de la combinación de ambos productos bien pudieran derivarse múltiples y extraordinarios efectos. Y, en efecto, eso es, al menos, lo que reza la rumorología popular. Vean, si no, a modo de ejemplo ilustrativo, algunas de las variadas utilidades que, según la opinión y la experiencia de determinadas personas, se le puede dar a esta mezcla:

Análogo de las feniletilaminas tipo MDMA: «Hace 3 años consumo esto de vez en cuando, para cuando voy a jugar fútbol, porque me dijeron que era para hacer deporte, pero al rato me canso y caigo como en éxtasis».

Análogo de las solanáceas psicoactivas: « ¡Cuidado! Una amiga mía tomo aspirinas con coca cola unas horas antes a un examen dificilísimo. Dice que se sintió bien al principio, no le dio sueño y sentía que estaba estudiando muy bien. En la mañana se sintió fuera de la realidad, no sabe ni como llegó a la escuela. El maestro repartió los exámenes y ella lo leyó y no se acordó de nada. Estaba sudando y temblando. Salió corriendo del salón con una taquicardia tremenda».

Análogo del Soma: «Pues eso de la aspirina es verdad. Hace como una semana probé el tomar coca cola con aspirinas y el efecto que me dio fue una sensación de que mis oídos percibían mejor los sonidos y mi vista empezaba a ver los colores mas brillantes; y después me vino una sensación de felicidad, estaba en el parque y me andaba riendo como loco y como voy al gym no me canse al hacer los ejercicios».

Afrodisíaco y entactógeno puro: «Pues si, es cierto eso de que excita a las mujeres. Hoy sin querer lo comprobé cuando a mi novia le dolía la cabeza y se tuvo que tomar dos aspirinas con coca. Después de eso anduvo bien cariñosa toda la nochee jaja».

Análogo del cianuro: «Provoca la muerte instantánea».

Dopante para la mejora del rendimiento deportivo: «Si practicas algún deporte que no sea a nivel profesional (porque esto de la aspirina en un doping esta penado) y no tienes tanta condición física, pues la aspirina con coca cola te da ese ímpetu que te hace falta para poder desempeñarte bien en el deporte que practiques, aunque lo mas recomendable es hacer ejercicio para que tengas buena condición y evitar usar este medicamento, a menos, que padezcas de dolor de cabeza».

Dopante para la mejora del rendimiento intelectual: «Miren lo que pasa es que tengo una buena tarea y quiero terminarla; además de estudiar para un examen. ¿Será bueno tomarlo? ¿O sólo la mitad? ¿Qué hago? Porfa». «A mi me cuenta mi compañera de casa, que uno de sus profesores siempre les dice que se tomen minianfetaminas (en época de exámenes y demás, cuando estás que te mueres y tienes que estudiar como sea). Para él es tomarse una aspirina con coca-cola o mejor todavía si te la tomas con café, así que…. si lo dice él, que es medico, algo hará. Yo nunca lo he probado pero al parecer actúa como un estimulante, aun que ni idea! y muy, muy sano no debe de ser, para que engañarnos».

Anticonceptivo y abortivo: « ¿Es verdad que la aspirina con Coca-Cola funciona como espermicida y limpia el óvulo o es rumor?». «He escuchado que lo utilizan para drogarse, para estar enérgicos y para abortar».

Te puede Interesar
Adrenocromo (VIII)

Bueno, dejémoslo aquí, que, visto lo visto, los usos y efectos más que múltiples parecen ser infinitos. De modo que, sin más dilación, pasaremos a comprobarlos por la vía de los hechos. Así que, acto seguido, nos tomaremos dos aspirinas y dos latas de Coca-Cola. Luego, dejaremos pasar el tiempo suficiente y, si sobrevivimos, les contaremos lo ocurrido.

Tic-tac; tic-tac; tic-tac; tic-tac; tic-tac…

Uffff, aquí estamos otra vez. De tal manera que, sin necesidad de dar mayores explicaciones, podemos descartar directamente los efectos tóxicos letales y fulminantes.

«Si, si, vale, muy bien, pero ¿coloca o no coloca?».

«Eso, eso, a lo que vamos: ¿Es cómo el éxtasis o no?».

« ¿Se parece al Soma de Huxley o al burundanga?».

«Venga, venga, suéltenlo ya: ¿pone o no pone?».

No pone.

«Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh».

«Bueno, ¿y qué más da? Si para drogarnos ya tenemos de todo. Lo importante es: ¿Pone cachondas a las chicas?».

A la nuestra desde luego que no (nos referimos a la mía y a la de mis alter-egos). A ver, les contaremos el experimento: En primer lugar, procedimos a consumir nosotros mismos dos aspirinas y dos latas de Coca-Cola. Huelga decir que sabíamos perfectamente que al ingerir una doble-dosis estábamos jugando con fuego, que estábamos poniendo nuestra integridad y nuestra propia supervivencia en grave riesgo, pero la ocasión lo merecía, puesto que, en caso de que la fórmula funcionase, el premio que nos llevaríamos lo compensaría todo. El caso es que, pasado un rato, apenas veinte minutos, nos dimos cuenta de que, efectivamente, eso parecía funcionar: ¡teníamos ganas de echar un polvete! Sin embargo, recapacitando un poco, pronto caímos en la cuenta de que, realmente, veinte minutos antes de tomarnos la pócima ¡también teníamos ganas de echar un polvete! Pero claro, es que nosotros somos tíos, y ya hemos dicho que éste afrodisíaco brebaje es para las chicas, no para los chicos. De tal manera que, habiendo constatado la ausencia de efectos tóxicos y alucinógenos en nuestra propia persona, decidimos confirmar o refutar los mencionados efectos afrodisíacos administrándole la mezcla a una chica, a la nuestra, para ser exactos. Y, en interés de la ciencia y como excepción a lo que nunca, jamás, se debe hacer, se la administramos subrepticiamente, sin su conocimiento, simplemente con el objetivo de eliminar toda posible interferencia de las expectativas asociadas al consumo y al efecto placebo. Así pues, como quien no quiere la cosa, nos fuimos a la cocina y, a voz en grito, le dijimos: «Cariiiiiiiiiiiiiiiiño, me voy a tomar una Coca-Cola, ¿quieres una?». A lo que ella, inocentemente, contestó desde el salón: « ¡Venga, va!». De modo que, disolvimos un par de aspirinas en una cuchara, las vertimos en su vaso, y, gentil y amablemente, se lo entregamos mientras ella yacía cómodamente en el sofá. Después nos sentamos a su lado a ver tranquilamente la tele y, mientras dejábamos pasar el tiempo para que la poción hiciese efecto, fuimos tratando de ir creando un clima propicio para lo que ustedes ya saben. Una caricia por aquí; unas palabritas cariñosas por allá; un comentario picante por acá… hasta que, pasada media hora, nos dijimos: « ¡Now is the time!». Y con nuestra mejor sonrisa le espetamos: « ¿Te apetece…». Y antes de que pudiésemos acabar la frase, nos dijo: «No, es queeeee… me duele la cabeza, cariño». «Hmmmm», pensamos para nuestros adentros, «puede que aún no haya hecho efecto; esperaremos media hora más». Y esperamos. Y a la media hora le dijimos: « ¿Te había preguntado ya si te apetece echar un polvo?». A lo que ella nos contestó: «Si, y te había dicho que no porque me duele la cabeza». «Ah, vaya», le dijimos, «y si te lo preguntáramos ahora, ¿qué nos dirías, cariño?». «Pues más de lo mismo, majete», sentenció nuestra amada, deseada y admirada novia. « ¡Te pillé, mamona!», pensamos para nuestros adentros, «esta vez si que no me la das, que la aspirina con Coca-Cola podrá no ser afrodisíaca, pero quitar el dolor de cabeza, lo quita, por mis huevos que lo quita». Y ahí quedó la cosa.

Te puede Interesar
El loto azul

De modo que, descartados definitiva e incuestionablemente los efectos tóxicos y letales, los feniletilamínicos y alucinógenos, y los afrodisíacos, sólo nos queda por hacer mención a su empleo como dopante físico o intelectual por sus supuestos efectos sobre el cansancio, que, lógicamente, los tiene, claro que los tiene, en tanto en cuanto, la aspirina es un analgésico que combate el dolor muscular y la cafeína presente en la Coca-Cola es un estimulante en toda regla. De tal forma que, sin que pretendamos dar a entender que esta mezcla sea mano de santo o que ofrezca resultados espectaculares (para nada), es innegable que tiene un efecto reductor del sueño y de la fatiga, por lo que, al igual que sucede con el mismísimo café (y sin que pretendamos recomendar el consumo de unas u otras sustancias), hay a quien le ayuda a mantenerse despierto para estudiar la noche antes de un examen o a rendir más y mejor en una competición deportiva (no por nada, el consumo de cafeína se considera doping si su concentración en sangre sobrepasa los 12 mg/l).

«Entendido… y para lo de abortar… ¿vale o no vale?».

Pues mira, si tiene usted edad para leer esta revista y aún duda de si la Coca-Cola con aspirina vale o no vale para abortar, para limpiar el óvulo y para hacer las funciones de espermicida es que más le vale inscribirse, ya mismo, en cualquier cursillo sobre educación sexual, repetimos: cualquiera, que incluso los de OPUS tendrán muchas cosas que enseñarle.

Y llegados a este punto, ya sólo nos queda por añadir la parte teórica que refuta los míticos efectos de esta combinación refresco-medicamentosa. Al respecto, valga con decir que el origen de la atribución de sus efectos intoxicantes y adictivos parece remitirse a los años 30, cuando un médico escribió al Journal of the American Medical Association alertando de que tenía constancia de que los adolescentes de Illinois le daban tales usos y con tales propósitos. No obstante, su testimonio no tenía base alguna y pronto cayó casi, casi en el olvido, hasta que, unas décadas más tarde, la práctica de la que hablaba apareció, al parecer, en la película Grease, adquiriendo, con ello, fama, notoriedad y expansión universal e imperecedera.

Por lo demás, hemos de mencionar un último factor que refuta de golpe y porrazo toda la mitología asociada a la combinación de Coca-Cola y aspirina: los principios activos de una y otra sustancia son la cafeína y el ácido acetilsalicílico, y, fundamentalmente, es de la interacción entre ambos que podría esperarse algún efecto extraño o novedoso. Sin embargo, la combinación de estos dos productos existe por sí misma como una presentación comercial producida y distribuida por Bayer: Cafiaspirina, y sus efectos no son otros sino estos: alivio sintomático de los dolores ocasionales leves o moderados, como dolores de cabeza, dentales, menstruales, musculares (contracturas) o de espalda (lumbalgia). Estados febriles.

Eso es todo.

Referencias:

CONFUNDI. ¿Qué ocurre al tomar aspirinas y coca cola? Yahoo-Respuestas. Disponible en:

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100129065710AAFCumz

JORGE. El mito de la aspirina con coca cola. Comentarios. Poli Malo.

Disponible en:

El mito de la aspirina con Coca-Cola

MAIKER. El mito de la aspirina con coca cola. Comentarios. Poli Malo.

Disponible en:

El mito de la aspirina con Coca-Cola

NECORILLA. ¿Qué ocurre si mezclamos en un vaso coca cola + un termagil? El Otro Lado. Disponible en:

http://www.elotrolado.net/hilo_que-ocurre-si-mezclamos-en-un-vaso-coca-cola-un-termagil_722092_s10

Acerca del autor

Eduardo Hidalgo
Yonki politoxicómano. Renunció forzosamente a la ominitoxicomanía a la tierna edad de 18 años, tras sufrir una psicosis cannábica. Psicólogo, Master en Drogodependencias, Coordinador durante 10 años de Energy Control en Madrid. Es autor de varios libros y de otras tantas desgracias que mejor ni contar.