Mi hijo de 13 años ha sido diagnosticado de trastorno por déficit de atención e hiperactividad . El neurólogo ha planteado ponerle un tratamiento pero creemos que no es lo más adecuado, ya que se trata de un derivado de anfetaminas. Hemos buscado información y parece que hay estudios que indican que el cannabis podría ser una opción. ¿Podríamos empezar con infusiones o tinturas de cannabis antes que probar la medicación?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del comportamiento que se diagnostica con mucha frecuencia. Entre el 20 y el 40% de las consultas en servicios de psiquiatría infantil y neurología infanto-juvenil están relacionadas con este trastorno. Sus características principales son la distracción moderada a grave a la hora de hacer cualquier tarea que requiera concentración, inquietud en el movimiento, inestabilidad de las emociones y conductas de tipo impulsivo. Típicamente, los síntomas empeoran en situaciones que requieren un esfuerzo intelectual mantenido o sin mucho interés (escuchar al profesor, hacer los deberes, leer textos largos, trabajar en tareas repetitivas…)

Su diagnóstico es fundamentalmente clínico, es decir, no hay elementos objetivos como análisis, pruebas de imagen (TAC, resonancia…) o pruebas de neurofisiología que permitan diferenciar de forma clara quien padece la enfermedad y quién no. Los tratamientos farmacológicos son eficaces, pero tienen bastantes efectos secundarios.

El TDAH es una patología muy controvertida y criticada. Es muy probable que en una parte de los pacientes diagnosticados de esta enfermedad los síntomas se presenten de tal forma que interfieran con los procesos de aprendizaje y convivencia en la escuela. En estos pacientes el tratamiento farmacológico puede ser adecuado. Pero también es cierto que se trata de un trastorno muy sobrediagnosticado y que sus criterios son en muchas ocasiones aplicables a lo que toda la vida se ha entendido como “un niño revoltoso”.

El uso de cannabis no está indicado en este tipo de pacientes en edad escolar. Al igual que los derivados anfetamínicos, el cannabis es un psicoactivo con efectos potentes y potenciales efectos adversos. En el caso de adolescentes en edad escolar, los efectos del cannabis sobre la memoria reciente podrían tener repercusión negativa sobre el rendimiento escolar. Los datos sobre su eficacia en el TDAH son anecdóticos y se refieren a adultos diagnosticados de esta enfermedad. Hay que tener en cuenta además que la administración de una sustancia fiscalizada en un menor de edad, aún por parte de sus padres y con su consentimiento podría dar lugar a problemas de tipo legal.

 

Acerca del autor

Fernando Caudevilla (DoctorX)
Médico de Familia y experto universitario en drogodependencias. Compagina su actividad asistencial como Médico de Familia en el Servicio Público de Salud con distintas actividades de investigación, divulgación, formación y atención directa a pacientes en campos como el chemsex, nuevas drogas, criptomercados y cannabis terapéutico, entre otros.