Al comienzo de esta serie de artículos de bioconstrucción con cáñamo, expliqué por qué razón la termoarcilla ha sido en ocasiones utilizada indebidamente, perdiendo las propiedades favorables que posee.

Por David Hurtado


En este caso, vamos a describir una construcción que consta de muro de termoarcilla y revestimiento de muro exterior con piedra natural como protector en un área costera expuesta al salitre.

El mortero de cáñamo se plantea dentro de la construcción, como material de recubrimiento de las paredes interiores de termoarcilla y como una alternativa ecológica por su cualidad de regulador natural de la humedad frente al yeso, más húmedo.

Por un lado logramos efecto estético rústico acorde con el estilo de la vivienda y, por otro lado, puesto que no posee albúmina evitamos sufrir el riesgo de ataques biológicos o incluso podredumbre debido a la elevada humedad ambiental.

Como ya comentaba, se ha confiado demasiado en la termoarcilla y, aunque es un tipo de ladrillo muy resistente en compresión vertical, es muy frágil y sensible a fuerzas laterales, produciéndose grietas con relativa facilidad si no se evitan ciertos riesgos, incluidos los errores de colocación. Por ejemplo:

Un exceso de cemento va acompañado de más presencia de agua y, por tanto, de mayor riesgo de fisuras por retracciones de fraguado.

Es decir, que la termoarcilla es bastante sensible a constantes dilataciones y contracciones por humedad, lo que suele producir en el tiempo si las condiciones son persistentes, un desmoronamiento de las delgadas paredes que lo constituyen internamente así como grietas estructurales. Por esta razón, se desaconseja su colocación sin cámara en el norte de España.

Por tanto a la hora de construir con termoarcilla deben tomarse algunas precauciones. En nuestro caso, ejemplificando con fotografías, se está construyendo, como dijimos, una estructura mixta en la que la piedra, como revestimiento exterior, protege a la termoarcilla de la humedad tal elevada del ambiente en el norte (muchas veces superior al 80%), así como del salitre ambiental y a su vez del exceso de humedad por precipitación.

En las zonas del sur de España, la termoarcilla posee más ventajas ya que su efecto de aislante y de elevada inercia térmica (acumulación y cesión de calor), se logra con gran eficiencia en ambientes con baja humedad relativa, ya que la humedad favorece la conductividad térmica y, por tanto, se reduce la capacidad aislante y acumulativa del material.

 

Por otro lado, como antes se indicó, las paredes del interior de la vivienda se planean cubrir con cáñamo mezclado con cal, ya que su factor de evaporación de humedad sobre la superficie de termoarcilla es alto y evita, precisamente, que este ladrillo pueda perder sus propiedades. Además frente al yeso, posee la ventaja de ser cristalino y menos pastoso y denso, por lo que es limpio y seco no permitiendo que se acumulen hongos o bacterias, además de que es mucho menos higroscópico y junto a la fibra de cáñamo, la cal crea unas condiciones de aireación ideales generando porosidad y elevada evapotranspiración de la pared.

El efecto estético del cáñamo es también algo a considerar, ya que una vivienda de piedra posee ese estilo rústico tan agradable para la vista, porque se funde con el ambiente y contrasta a su vez con la vegetación tan exuberante.

El cáñamo también es muy rústico y la mezcla de sus virutas en la pared junto a la cal da una sensación de pared antigua, pero es que, a la vez, gracias a los pigmentos y a la finura del acabado con NHL5 (cal mas hidráulica y arena fina) estas pequeñas virutas quedan tintadas sobre la superficie con el mismo color que se le aplica al mortero monocapa o bien a la capa fina superficial.

Al no sufrir degradación por hongos, el cáñamo, nos quedará intacto a lo largo de los años, manteniendo ese aspecto en la pared rústica, como un de material sencillo y noble pero efectivamente duradero y útil para la transpiración. También se utilizará en cáñamo como aislante en el tejado e, incluso, como material para algún muro de separación, sobre todo de los baños.

A continuación es necesario que profundicemos en la termoarcilla, ya que es la parte más sensible de la construcción y la que volumetricamente posee mayor presencia en la vivienda.

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Vamos a ir directamente al asunto más importante, las grietas y fisuras en los muros, pero primero recordando las características básicas de la termoarcilla.

  • Aunque es una pieza muy volumétrica es de fácil manejo puesta en obra, pero posee menos uniones horizontales en la junta entre piezas que si utilizáramos piezas más pequeñas.
  • Permite un ahorro importante en la construcción tanto por su precio/volumen/propiedades como por lo rápido de su rendimiento en obra, en parte gracias a la fácil colocación, por poseer juntas verticales machihembradas que permite unirlos sin mortero cálcico en las testas laterales, es decir verticalmente.
  • Muros rígidos cargados a compresión, con mayor riesgo a las fuerzas de tracción producidos por la estructura en algunos puntos, las cuales si no han sido adecuadamente prevenidas derivan en fisuras sobre la mampostería de termoarcilla.

Pues bien, las fisuras en estas viviendas tienen mayores consecuencias que en otras porque no es un muro autoportante sino que soporta carga, y aunque a veces un daño en una sola hoja no trae consecuencias estructurales o éstas con subsanables, la impermeabilidad en esa zona queda muy comprometida.

Las zonas más sensibles a fisuras son las uniones entre muros de carga y cerramiento con el forjado, los revestimientos, los dinteles, muros heterogéneos en su fábrica y espacios entre los muros y cornisas.

En las zonas de carga y forjado, la unión es delicada, ya que si el forjado se ha realizado de forma incorrecta sufre contracciones demasiado elevadas para la tolerancia del muro a las tracciones laterales, la cual, por cierto, es bajísima.

Esto se denomina retracción del hormigón de forja y se produce cuando la mezcla es inadecuada y acumula demasiada agua que se pierde lentamente, por lo que no se espera el tiempo adecuado de fraguado y se sale de la media, anticipándose la colocación del muro cuando la estructura continua acomodándose varios milímetros, suficientes para tirar de un pared entera de termoarcilla creando una grieta enorme.

Esto es idéntico cuando la foja se realiza sobre un muro preexistente y se ejecuta con el mismo error generando igualmente una fisura horizontal.

Cuando es una esquina la que sufre la retracción la fisura es doble y afecta a las dos hojas de muro.

Ahora imaginemos que el zuncho perimetral de hormigón y forja que abraza a todo el muro para preparar la cumbre (muro de coronación), penetra verticalmente en los primeros huecos del bloque de termoarcilla, en la primera hilada. Como unos dedos de cemento. Si hay retracción, habrá grietas una o dos hiladas por debajo del zuncho, y por eso debemos colocar una lámina de caucho butilo o epdm (Caucho butilo sin refuerzo interno y por tanto flexible), que es impermeable y conductor, y que aísla a la termoarcilla de la forja. De este modo también protegemos el muro de la penetración del agua. Esta lámina también se coloca en el arranque de muro desde la zapata o cimiento base.

Las retracciones se deben a demasiada agua, la cual a su vez es debida a mayor presencia de cemento, pero también se originan debido a que se vierta el hormigón en tiempo demasiado caluroso o que no se haya regado, incluso a la presencia de mucho viento seco o hasta la excesiva presencia de árido fino en la mezcla.

Por otro lado si el forjado de base es estrecho o insuficiente al colocar la carga puede girar sobre el apoyo del terreno y el muro sufre las grietas. Otro error relativamente frecuente.

Para evitar estos problemas existen unas medidas básicas de prevención. La más evidente es que la capa de mortero que se extiende sobre cada hilera de termoarcilla para sentar la siguiente debe ser uniforme y no menor de 1-1,5 cm, y su colocación debe ser precedida de la humectación adecuada del bloque o de la hilada para que la capa no seque automáticamente al colocarla, y por tanto deje de agarrar a la hilada siguiente.

Otro aspecto es que los morteros con cal y cemento amortiguan el efecto al ser la cal más permeable al aire y favorecer el fraguado.

Los tiempos de espera para el fraguado de la juntas horizontales debe ser el adecuado para que soporten las posibles retracciones, e igualmente, si es el muro el que se apoya en la forja, debe ser analizado el tiempo que necesita, para evitar problemas, por lo que el curado desde que se vierte hasta que endurece el hormigón armado debe ser el correcto.

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Ya indicaremos en la segunda parte otras medidas para evitar estos inconvenientes de las grietas, tanto en los muros como en las cargas de revestimiento de paredes.

Precisamente para evitar esos problemas de movimientos indeseados en nuestra construcción, fue vibrado el hormigón bastante tiempo y de este modo el hormigón de agarra de manera extra a las rebabas circulares que posee el tetraacero y no quedan huecos de aire. Aparte se realizaron unas zapatas de 80×40 que garantizan de forma extra el hecho de que el hormigón a tracción posee hasta 10 veces menos resistencia que a compresión.

Ahora es necesario retomar las explicaciones sobre las condiciones constructivas de la vivienda propuesta como ejemplo de bioconstrucción.

Pues bien, volviendo a la termoarcilla, ésta ha sido protegida exteriormente por una capa de piedra de revestimiento de unos 12 cm de grosor. Esta piedra ha sido reciclada de los antiguos muros de doble hoja que poseía la estructura antigua.

Por un lado, logramos un aislamiento extra ya que la piedra posee su propio coeficiente que se suma al de la termoarcilla para darnos un valor total de la pared, pero es que, además, al ser oscura capta energía lumínica del espectro infrarrojo del sol, y cede ese calor a la termoarcilla favoreciendo sus propiedades de inercia térmica, con lo que logramos un interior aún más confortable y cálido. Entre la capa de piedra y el muro interior se ha creado además una capa de aire aislante que evita que la piedra pueda empapar a la termoarcilla. Esta capa tan sólo es rellenada de cantos gruesos que realizan una pequeña labor de soporte pero que no permiten el paso de humedad en modo alguno.

En zonas muy cercanas a la costa, el salitre ambiental es un agente que no debe ser obviado, ya que el ión Na por su bajo tamaño atómico es realmente un agente degradante que produce daños claros a lo largo del tiempo. Tanto los materiales de hierro como los cerámicos pueden sufrir su acción. El mero hecho de que la vivienda esté ubicada en zona de tempestades y vientos genera un arrastre de sal que aunque pequeño es continuado y al quedar en el exterior, al llover es arrastrado verticalmente.

El factor de corrosión en los metales es para tener en cuenta ya que hay estudios que indican que hasta aproximadamente el 25% de la producción anual de acero es destruida por la corrosión.

En el siguiente capítulo seguiremos explicando como complementar el cáñamo en bioconstrucciones modernas.

Podemos aprovechar de forma excelente el cáñamo en combinación con otros materiales para lograr viviendas con una gran calidad visual y además con muchas otras propiedades tanto térmicas como acústicas. A medida que se va conociendo y utilizando, poco a poco se investiga más y comienza a tenerse más en cuenta como material complemetario.

Tanto en el norte de España como en el Sur, los materiales clásicos o tradicionales como la piedra, el barro y el adobe están siendo incorporados porque mejoran la eficiencia energética, y es que las poblaciones rurales arrastraban siglos de intuición aplicada enriquecida por milenios de experiencia, algo que por fin esta siendo valorado, y todos éstos materiales nobles están combinándose con el cáñamo para mejorar aún más sus propiedades.

El siglo 21 estará basado en la bioconstrucción y el cáñamo va a ser casi insustituible.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.